A veces nada se me da nada y vago cabizbajo por los callejones con la lluvia interminable bautizando mi cráneo con la indiscreta luna alumbrando mis verdades. A veces no tengo fe para nada y empiezo a olvidarte lentamente te deshaces lentamente en el viento cuando unas manos desconocidas intentan confortarme. Observo la tarde en el silencio de mi hastío y pienso para mi mismo “¿Qué mas queda en esta distancia?” La madrugada me atrapa en las noches sin sueño y respondo “esta soledad.”
Texto agregado el 12-03-2007, y leído por 209 visitantes. (6 votos)