Dejaste huella en mis brazos aquel día Desaparecías lentamente. Olvidabas tu mente y remisamente te mecías. Un beso cerro los ojos de tu victima y tu usas como refugio al que olvida para no verte tan intima, para distinguirte mas bien pasiva. Pero tu victima no sufre, tu no eres culpable culpable aquel que consume la única ocasión que en esta savia nos une. Simple muerte, pero que te llevas que nos duele, que te llevas que en este espacio dejas indolente.
Texto agregado el 12-03-2007, y leído por 77 visitantes. (0 votos)