Promete que nada nos separara
cuenta con mi presencia los días
que nos quedan, aquí, en el espacio vivaz
de las niñas al bailar sus primeras tonadas.

Busquemos todo aquello que nos pueda separar
encontremos la manera de borrarlo, fuera de esta tierra,
tiremos al suelo virgen y húmedo los derroches nuestros
para que nunca eso nos llegue a alejar.

Pretendamos que es verdad, nuestra distancia,
y logremos con ella, la misma idea cuando nos unimos
con el velo en la cara y el aro en el dedo.

Ya vendrán los recuerdos, los mismos que botamos
en la aulas del colegio o en las gradas del parque
que bien conocemos y buena falta nos hace.

Ya me dices que no te alejas
me lo gritas desde lo más alto de tu cuerpo
buscando la mejor manera que yo, pueda capturarlo
con mis sentimientos casi a tientas pero de frente.

Dime hoy, como haremos para unir esta amarga separación
sin que tus labios tiriten de pena y yo pueda reír contigo
por última vez en esta oscura habitación que nos vio amar
en las tempranas caminatas de nuestro ya antiguo pasado.