Astros hay en el cielo, ¿Lo sabéis?

Y Astros son el Cielo, ¿¿Lo sabéis?? Si no lo sabéis no Sabéis, esta es la Gloria del Señor del Universo. La Galaxia.

No deseos despistaros de la doctrina que deseo enseñaros.

Astros sois y ya estáis en el Señor.

Pero ya también estáis aquí, en este pequeño granito al que llamamos Tierra, en la Gloria del Señor, atraídos por la gravedad del Demonio de los mundos.

Y ¿Por qué querría el Demonio de los mundos atraeros a estas fuerzas magnéticas si ya vos estáis en los cielos en la Gloria del Señor? Para que adquiráis conciencia en la Gloria del Señor y para que mediante la conciencia que adquiráis en esta vida participéis de la Gloria del Señor mediante vuestra evolución como Astros en la Gloria del Señor. La Galaxia.

¿No lo sabíais? ¿Para qué entonces estáis aquí? Hijos inmundos del Diablo.

El Diablo os atrae con su fuerza de gravedad para que os olvidéis de la Gloria y sufráis y mediante el sufrimiento aprendáis a amar y a perdonar y os hagáis cada vez más perfectos Astros.

Amar y perdonar es Sentir.

Es mediante el sentir - que es Saber - que os hacéis mejores Astros en la Gloria del Señor.

Pido perdón al Señor por revelar el secreto que os voy a transmitir: El Amor es la fuerza total del Universo. El Amor es comprensión, mas, para comprender, necesario es sufrir y se sufre por vivir y por haber vivido mientras se está viviendo, porque el Diablo lanza vientos de violencia y de desamor para que vosotros aprendáis la importancia de Amar. Y Amar es ser todas las cosas. El Temor, el Miedo, la Soledad del alma, la Violencia, la Brutalidad incontrolable, todas estas cosas hacen parte de la vida y como hacen parte de la vida hacen parte del Amor. El odio hace parte del Amor, porque el odio es deseo de entendimiento y lo que ha de ser entendido está comprendido en el Amor. La violencia hace parte del Amor.

¿Qué es lo que deseos deciros? La vida, en su totalidad, hace parte del Amor. No es uno de sus aspectos, son todos ellos, es la integración de todos ellos. Lo que os llevaréis en el momento de morir.

Mirad a los Cielos.

El profeta conoce esta realidad. Es un ser que vive la integración que se sucede en el momento de la muerte mientras vive, mientras se encuentra en esta realidad de carnes y huesos. Se sabe Astro, se sabe Alma.

Y el Alma es el Cuerpo que se sabe Astro en la Gloria del Señor. La Galaxia.

Mirad un poco más. Abrid los Cielos con vuestro entendimiento, con vuestro sentimiento, con todo vuestro ser, con vuestra nostalgia, con vuestro reconocimiento. ¿Quién habita vuestras carnes y huesos?

Olvidad que sois carnes y huesos, no olvidéis que sois piel.
Acariciad y os retornará el recuerdo.

¿Qué muralla os separa de vuestra condición eterna? La Necesidad, la necesidad de mantener vuestros huesos y vuestra carne para manteneros activos aquí, para tomar experiencia del sufrimiento, en el Amor. Os gusta sufrir, porque necesitáis sufrir, para saber más del Amor, no para saber más del sufrimiento. Y, si deseáis saber más del sufrimiento no es más que para poder empatizaros más con el que sufre también, para reconoceros como parte del Señor. La Galaxia. Para tomar la mano amiga. La estrella Distante. Unidas sois en el Señor.

Ninguna muralla os separa de vuestra condición eterna.

Os pido disculpas: No eterna, sino Superior. También la muerte, una muerte muy distinta a la de la carne y la de los huesos, os espera en vuestro Cuerpo Superior, en vuestro Cuerpo Distinto, ¿Distinto?. Una muerte que es puro placer en la Gloria del Señor. La Galaxia. La muerte de los Astros, la segunda muerte. Más allá no nos es permitido vislumbrar, pero el conocimiento de la Naturaleza del Señor nos permite vislumbrar la Muerte en El Señor - como un fenómeno absolutamente excepcional.