Veo esas imágenes
de pena,
envueltos en brazos y piernas
roídos por la tierra.
Veo esos llantos,
de madres e hijos,
abrazados en lechos de muerte.
Veo un único cielo,
que envuelve
tu mente y mi cuerpo.
Deseo gritarte al oído
que seas feliz,
que recojas tus pasos
y ahogues tu tristeza de alma
en aquel cálido mar
que llamas esperanza...
Texto agregado el 10-03-2007, y leído por 103
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