EL ENCUENTRO
Nuestros dos secretos
flotan en el aire,
hacen su casita,
en la tierra esteril
de esta soledad
acompañada de tí
y de tu soledad.
A veces imagino
nuestros pasos,
cruzándose en una calle,
desierta en nosotros
y llena de fantasmas
sin rostros
y es entonces,
cuando me alimento
de recuerdos;
recuerdos
de tus ojos cabalgando
la insasiable tristeza,
en la desolación
de saberse nada,
bajo un cielo
incansablemente
repetido de estrellas.
Y nuestros dos secretos,
se acarician reconociéndose,
en ese lugar
en donde nadie habita,
porque no todos pueden,
mirarse cara a cara
con sus secretos,
sin romperse.
Y es entonces cuando,
nuestros dos secretos
flotan en el aire,
y se inventan,
se inventan canciones,
recuerdan algo
que nunca existió.
Y el sonido silencioso
de sus muertes se abrazan,
y se entrelazan
en la humedad de sus bocas
y palidamente descubren
que la libertad era eso
y sellan con sus lenguas
el tan ansiado encuentro.
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