Ayer le tomaba el pulso. Era rítmico, aunque débil. Era una noticia aterradora la que recibía, todos recibimos malas noticias, pero esta era mala, y no había forma de halagarla o distraerla con otra noticia, tocaba hablar, y dar por iniciado el tema, porque nunca terminaría. Al abrir los ojos hoy, se me nubla la imagen, y veo claramente mi realidad. Estoy en una banca de plástico , al frente, un letrero de URGENCIAS, en rojo, me produce fotofobia, me limpio los párpados, que escurren las lágrimas de mis ojos. Sería interesante , compartir mi furia como una antisocial, y finalmente sin remordimientos, acabar con los indeseables , con los médicos, con las enfermeras, con las visitas, con los enfermos, aunque pocos hablan ,pocos ríen, pocos lloramos, pocos sufrimos, la mayoría adusta ,seria y pensativa son un ruego a mi favor, una balanza equilibrada hacia mi estado de ánimo, maldigo si hubiera abierto mis ojos y estuvieran festejando todos alrededor. Código azul. Fue la última palabra que escuché, mientras agónicamente él me miraba, y yo pensaba en mis deudas , que no eran por dinero, eran mas caras, eran deudas de conciencia. Bueno así las llamo yo. Veía la descarga de energía que en su tórax el galeno aplicaba en su tórax, se creía un Dios, alguno griego, uno que resucitaba, que reanimaba, mientras el cuerpo, al que su alma quería dejar se despedía con socarrona sonrisa, porque la materia yacía inerte, y triste. Finalmente un ataque de risa , paroxística , irreprimible, hace que todos consigan mirarme, hace que confiese burlonamente lo que hice, aunque suene incongruente, tácitamente confesaba que en esa mañana, tomaba las riendas de una vida, colocaba una solución saturada de potasio (no sé mucho de fisiología humana, pero es mortal!)en la vena de un desconocido, y poco a poco, sentía como le hervían las venas, como se extinguía su vida, como solucionaba su problema, para algunos vivir es un problema, y algunos consentimos ayudarles, pero la jaqueca moral es insoportable. |