Una vez alguien me dijo: "No se puede confiar en las mujeres. ¿Cómo se puede confiar en un animal que sangra todos los meses durante siete días seguidos y no se muere?". No voy a mentir. He sido engañado, torturado, humillado e incluso golpeado por mujeres. Es una buena explicación para una pregunta que he escuchado más de una vez nacer de labios femeninos: "¿Por qué los hombres serán tan testarudos?" Ahí lo tienen. Si no fuera así, la raza humana estaría extinta. Después de aguantar mil abusos de parte de ellas, todavía las buscamos, las codiciamos, se nos arrancan los suspiros cada vez que una te mira con otra intención. Somos la pareja perfecta. Los hombres, el sexo débil. Las mujeres... bueno, probablemente son una especie diferente que nos domesticó para su uso personal, para su diversión, para perpetuar su raza. La de ellas, no la nuestra. ¿Conclusión? Ellas son lo mejor que existe en este horrible mundo. Señores, si Dios me hubiese hecho mujer, les juro que sería lesbiana, y probablemente estaría todo el día encerrada en mi casa jugueteando con mis senos. Por ellas, en este día especial, alzo mi copa y brindo por su belleza, por su inteligencia, por su perseverancia, por su especial forma de ver las cosas. Créanme. Si vieran las cosas como las vemos nosotros, no nos mirarían dos veces ni aunque estuvieran tan ebrias como estoy yo ahora. Salud por las mujeres, nuestro adorado tormento! |