Mina, guachita, perrita, gatita, cosita, mijita rica, filetito, guagüita, bombón y tantos otros apelativos que te definen, con mayor o menor grado de efusividad, siendo tu faceta de madre, la más sublime, como también, la de hija proyectándose en el concierto social, la de esposa y compañera, siempre luchando y forjando con tanto o mayor esfuerzo, el nido que protegerás, si es preciso, con tu propia vida. Aquello te define y te identifica. Por todo eso, que no es poco, te dedico estas líneas, mujer: 
 
M erecedora de todo, 
U nica y diferente, 
J oya preciada, 
E res lo absoluto,                                                 
R everencias para ti. 
 
M ilagro 
A lojado en tu seno, 
D olorosa bendición, 
R úbrica celestial 
E n tu vientre. 
 
E cléctica, suspicaz, 
S erena, altiva, sensual, 
P oseedora de los dones 
O cultos para nuestra razón, 
S inónimo de abnegación, 
A bres tus puertas para mí. 
 
H eredera de los dones 
I mperiales de tu género, 
J uegas a ser la madre 
A caso desde que naces 
 
C ompartiendo a tu lado 
O bras y deberes 
M e enternece tu suavidad, 
P lacentera compañía 
A briga mi alma y se ensueña, 
Ñ ampeado estoy contigo, 
E ntiendo que eres muy bella, 
R egreso a mis abismos cuando 
A bres tus ojos y me miras. 
 
N unca supe hasta ahora que, 
O bedeciendo a mis sentidos, 
V oluntad incluida, por supuesto, 
I niciaría mi vida contigo 
A dorada elegida mía. 
 
G enerosa y angélica niña 
A tada a mi vida estás  
T engo las rosas de tu amor 
I nvento palabras cada día 
T ratando de apuntar directo 
A tu corazón. 
 
P uedo ser un gato 
E scapando de tus colmillos 
R espiro agitado 
R esuello 
I nicio la reconquista 
T echo arriba 
A bajo, siento tu risa. 
 
M aestra de seducción, 
I nspirada creación divina 
N úblase hasta lo más excelso 
A nte tu perfecta armonía… 
 
 
Mujer, en todas tus facetas, halagada, admirada, también sufriendo el estigma del sexo, atacada por iconoclastas y por hipócritas puristas que te niegan tus derechos. 
 
Acaso tu deseo más íntimo sea el que este día, en que se te agasaja como objeto de calendario, sea abolido y se te reconozca en todas tus letras como el ser humano íntegro y superior que eres… 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  |