El ring del fono la sobresaltó a la madrugada, los segundos se diluyeron en una infinidad de preguntas retóricas mientras se dirigía a atender balbuceante por el sueño: - ¿ Será mi madre que la volvieron a internar? ; ¿Mi amor que no se sentía bien? ; ¿ Los vecinos alertados por la alarma? ; ¿ Alguna amiga en problemas? ; ¿ Un degenerado molestando? ; ¿ Miriam que se fue de viaje? ; ¿La policía indagando a deshora? ; ¿ El loco aquel que me llamaba siempre? ; ¿ Daniel llegando de improviso a la ciudad? ; ¿ La tía de Buenos Aires deprimida? ; ¿ Algún enamorado nuevo? ; ¿ Del hospital por una urgencia? ; ¿Mi exmarido controlándome? ; ¿ Número equivocado? ; ¿Esos chiquilines que se ponen a joder con el teléfono? ; ¿ Mi amigo extranjero con diferente horario? ; ¿ De la radio por un trabajo? ; ¿ El servicio de mensajería que no vino? ; ¿ Los ladrones para ver si hay alguien? ; ¿ Julio haciéndome una broma de mal gusto? ; ¿ El de la esquina que me odia? ; ¿ Otro ex? ; ¿ Un asesino? ; ¿ La muerte? ; ¿ El dolor? ; ¿ Mí pasado? ; ¿ La juventud? ; ¿ El deterioro? ; ¿ Mis fracasos? ; ¿ La soledad? ; ¿ El miedo?... Mientras tomaba el auricular diciendo: - ¿Hola, quién es? - El sonido del tono interminable la dejaba sin respiración...

Ana Cecilia.