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Te me vas. Te me vas como el viento cuando llega el verano, veloz como el rayo. Apenas te muestro la luz de mi casa, mis libros, todas mis sombras y recuerdos, el resumen de mi vida y tú... tú te me vas.

Sin apenas conocernos, con tan sólo unas horas en la calle y ya he de hacerme a la idea de que esto se acabó para siempre. Nunca más estaremos juntos.

Ahora tendré que replantearme un futuro inmediato sin ti. Tendré que aprender cómo cae la lluvia sin tu refugio, sin poder tocarte nunca más, sin respirar tus centímetros coloreados, sin el calor de tu cuerpo. Y pensar que habíamos planeado al milímetro, refugiarnos juntos y apretados bajo cualquier chapuzón...

Ahora que te necesitaba más que nunca, ahora, te me vas. Sin despedirte siquiera. Después de haberte halagado en aquel escaparate durante semanas, mientras me hacías guiños cómplices. Nadie sino tú sabría hacer esos guiños, sólo tú... y después de haber soportado las miradas indiscretas de los transeúntes que pasaban ante tu escaparate, mientras nos murmurábamos cosas nuestras, allí, en plena calle y a cielo abierto. Después de que conseguiste engatusarme y cuando al fin te compré. Ingrato...

Y pensar que te guardé, casi inmolado, mirándote entre caricias día tras día, retardando el momento de mostrarte a mis amistades, y también de exhibirte ante desconocidos. Ay, te fuiste sin remedio.

Todavía no me recupero de tu desaparición repentina. Sólo me calma pensar que lo tuyo pudiera ser un enfado pasajero, motivado quizás por aquel abandono de tan sólo unos instantes sobre aquel paragüero destartalado.

Quizás, a pesar de la brevedad de mi ausencia se sintió herido tu frágil y maleable corazón. Ay, si pudiera volver atrás... renunciaría a la espera de aquel café que nos separó, cambiaría esa necesidad tonta por fumar algún cigarrillo, y mientras tanto no haría sino mirarte entre el humo dibujado entre agujeritos saliendo entre mis labios para que tú los contemplaras.

¡Ay...! ¿Qué haré ahora sin ti?.

Sólo me acuerdo de nuestros planes en conjunto, todas esas lluvias torrenciales que íbamos a sortear juntos... y ahora me dejas sola ante esos diluvios...

Tanto soñar con mojarnos juntos bajo la lluvia y ahora me dejas por otra, o por otro...

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Bilbao, 2003 ®-I.B.R.