- Culpable
- Culpable!
Era en lo único que podía pensar...
Mire el reloj que se encontraba en el final del pasillo eran las 14:25 horas, una gota de sudor frió recorría mi frente como realizando un peregrinaje lleno de sufrimiento y angustia, y después caía en un vuelo casi eterno al suelo de la corte mientras esperaba la sentencia.
Era uno de los peores veranos en los últimos cincuenta años en Sevilla, no llovía hace casi tres meses y la temperatura en la sombra alcanzaba los 42 grados centígrados, el único ventilador de la corte se había jubilado hace unos días es decir que el recinto era el mismísimo infierno solo que un poco mas caliente, de no ser esto suficiente mi madre Doña Margara Olmos me había obligado a usar un frac que según decía me haría quedar mejor presentado ante el juez, y daría una buena impresión al jurado, el frac fue prestado por un primo, el maldito pesaba unos 10 kilos menos que yo así no podía abotonar todos lo botones, es mas casi ninguno.
- Culpable
- Culpable ¿?
Era lo único que podía pensar…
Jugaba en busca de alivio de mi angustia con un lapicero que me había regalado mi padre al regresar de la guerra de corea, según afirmaba mi viejo Don Juvenal era de buena suerte y lo había salvado de mil cuatrocientas cincuenta balas, tres granadas, dos morteros y una jauría de perros de tres cabezas con ojos rojos y enloquecidos entrenados por los coreanos para destrozar la hombría de los soldados que no fueran amarillos.
Todos de pie -dijo el policía
Era inevitable el ambiente estaba impregnado con un olor a miedo y muerte, todos lo sabían, olor horrible que hace recordar la peor de las infecciones purulentas, pero aun así sutil. Los acusadores querían verme destrozado, no era suficiente solo una condena querían un cadáver.
El jurado ya tomo una decisión?? - preguntó el juez
Mi corazón me recordaba una motobomba vieja de mi abuela que se tambaleaba y tambaleaba con un ruido infernal apunto de desbaratarse en mil pedazos pero que nunca lo hace y la ansiedad te consume.
- Culpable
- Culpable!
Era lo único que podía pensar…
Serán 10 años – pensé.
Creo que podría soportar diez años
Quizás 15
Será cadena perpetua --- no, no puede ser, no lo podría soportar.
Acaso inocente ¿? – podría suceder ¿?
Era lo único que podía pensar…
- Si – Respondió Don Juanito Astorga un veterano de guerra, tenia 102 años, y era el realmente el único jurado en la corte que tomaba la decisión ya que era el único que realmente le interesaba estar ahí “velando por la moral y decencia de la comunidad”
Como solía decir. A los demás solo le importaba las 4 pesetas que le pagaban para ser jurados además aparentemente nadie tenia tiempo para andar “perdiendo”
En tribunales así que dejaban que Don Juanito tomara la decisión para salir de ahí lo más rápido posible.
Según cuenta el pueblo Don Juanito fue mano derecha del General Franco en la dictadura española, fue un personaje importante en su época conoció a El Duce en una reunión en Nápoles y tomo te con El Furher en varias ocasiones en el 39. Ahora viejo y encorvado viviendo de historias de gloria que a la mayoría le aborrecen y a todos no les importa dedicaba su tiempo a ser jurado y a perseguir chavales de 11 y 12 años para satisfacer cierto deseo. Don Juanito tenia fama de mano dura de 88 casos que había participado todos habían sido declarados culpables y pena de muerte a 41 casi la mitad.
Así que era casi un hecho la decisión que tomaría el maldito fascista.
Toda mi vida había sido así, luchando contra un destino que no puedo cambiar, siempre me tocara perder, soy como la versión moderna de Edipo queriendo cambiar un destino que ya ha sido escrito.
- culpable
- culpable
- inocente
- culpable??
Era lo único que podía pensar…
Mi vida se tambaleaba por una cuerda floja que parecía hecha más para hacer tropezar
que para seguir su camino.
Por favor lean el veredicto – dijo el juez
Y así empezó con una voz tenebrosa y con un timbre algo extraño el policía a leer el veredicto.
- “ Por los cargos de asesinato en primer grado de Carmen Duran y robo a mano armada de una tienda de licores se encuentra al acusado German De La Vega ……”
- Culpable!!!
- Culpable?
Era lo único que podía pensar….
Vi pasar mi vida en un segundo ante mis ojos, no podía evitar que mis rodillas y mis manos dejaran de temblar y perdí el control de mis esfínteres al escuchar….
- “ Culpable!!! Se le condenara a pena de muerte y será ejecutado en 48 horas por medio de inyección letal ”
Se que había mucho ruido, mucha alegría y jubilo en la sala pero yo no escuchaba nada, todo era un espantoso silencio para mi.
Di un gran suspiro, le di la mano a mi cliente mirándolo a sus grandes ojos azules y le ofrecí disculpas y emprendí mi marcha mientras el policía se lo llevaba en su custodia. Antes de salir de la corte mire el reloj que estaba al final del pasillo eran las 14:30 horas no veía la hora de llegar a casa y tomar un largo baño, fumar un habano, tomar un coñac y prepararme para el próximo caso.
- Me quiero quitar este frac
- Me quiero quitar este maldito frac
Era lo único que podía pensar…
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