Todo ha pasado a un plano diferente...
"Voy pisando las hojas del recuerdo" y el sonido crujiente despierta lo adormilado de aquellos días en los cuales tu falsa culpa se volvió la mía... Te ayudo con el dolor? y de repente la culpa infringida.
La inundación continuó en tus ojos mil años (no ha pasado tanto tiempo) y así en esa no existencia de tiempo, tu mirada envejeció. Ciertamente no te tornaste en alguien seco; sin embargo el dolor adelantó en años el camino señalado para tu mente y corazón.
Aquel día de lluvia al llevárselo, inundó de preguntas y negación el resquicio hasta entonces inocente de la culpa y aquella conexión se fortaleció más, no como debió haberlo hecho... Aún así hemos sido felices... (Resignación)
Ayer tus labios rozaron mi mejilla, a tiempo que pronunciaban la nominación con la cual me has querido; y tus ojos buscaban en aquel espacio las letras que inundaban los mios como el agua en su camino sin retorno, en su enfado ponzoñoso, inundó tu vida y la dejó con secuelas de sequía.
Te abracé con ternura y temor; besé tu rostro, evite tu mirada fijarse en aquel texto que hablaba de ese día en una experiencia diferente aunque igual de dolorosa.
Tu mano sobre mi hombro, una conversación pendiente.
Mi cabeza en aquella historia que señala con ficción alguna seña de punto de inflexión del sentir de quien ha llenado mis días, quien ayer sin tan siquiera saberlo, a traído las sombras hirientes y escurridizas de aquella jornada; y con la caricia dulce que inflinge sobre mi alma, me ha brindado la conciencia sin nostalgia de tal tragedia, la cual al unirnos en aquel tiempo, paradójicamente comenzó una despedida y selló con certeza el hecho de no ser lo que intentamos.