Me siento vacía en tu ausencia, tus manos ha ndejado un espectro extrañable en las mías y sonrisas dibujadas en mi semblante.

Decías que no querías compromiso, que buscara el balance entre mi mente conciente y mi iluso corazón, pero por esta vez no quería escuchar, me dejé arrastrar hacia ti y nunca me arrepentí.

Lo siento si te he decepcionado, pero por unos momentos me hiciste creer que eras mío, caminé con imprudencia en los inestables terrenos, campos peligrosos, de sentimientos mutuos y caí sin notar que ya eras niebla... habías vuelto y te habías refugiado en excusas que nombraban tu pasado.

[Hace dos años... ]