Que tal si nos ponemos a pensar un poco en lo necesario de una pareja mejor que uno. Talvez y solo talvez sería lo mejor que podría sucedernos. Cuando uno escoge una pareja es sabido que algo nos debe atraer de esa persona, algunos buscan un rostro hermoso, otros un cuerpo privilegiado, que tal si cambiamos estos criterios netamente químicos por algo realmente valioso, la capacidad de sorprendernos por la inteligencia de nuestra pareja, esa inteligencia dista mucho de los resultados netamente académicos, aunque algunas veces (pocas por cierto) están ligados.
Podría uno afirmar que se enamoró de alguien mejor que uno, cuando la inteligencia es el punto (el plus) de donde uno se enamora. Pocas veces he sentido la necesidad de correr tras alguien, pero cuando me han cautivado realmente, es porque han superado mi inteligencia en muchos aspectos. Ahora resulta un problema por demás complicado, ¿Qué persona inteligente, más que uno, se deja atrapar en una relación?