Aquí encerrada desde su prisión de piel
entre oscuro y sepia, llora y recuerda,
vuela y sueña, enmarañando el pasado
con el presente, aunque se este pudriendo
aunque se este muriendo.

Espera a la noche y sobre la mesa
extiende todos los planos que hizo
Dios cuando construyo los sueños
y comienza el viaje; miedos y rarezas,
seres y colores, magia y alquimia.

La misma canción triste de siempre
y las veladoras emanando ese color
amarillo tenue llenan la habitación,
lloran parafina que quema el recuerdo
el fierro forjado picado del barandal.

¿Dónde esta? Le pregunta
a las nubes distraídas y
ausentes que surcan el firmamento
buscando un lugar donde derramarse
donde morir.

¿Donde esta? Le pregunta
a la luna cuando esta a punto
de amanecer y enamorada
espera al sol salir

¿Dónde esta? Le pregunta
al mar cuando choca con la Tierra
y la espuma se lleva de la playa
su nombre escrito en la arena
hasta el azul infinito.

¿Quien es ella? Le pregunta
la muerte cuando escucha sus
plegarias y la encuentra vencida
de rodillas implorando la oscuridad
esperando el veredicto final;

“Ella es tan hermosa como la aurora
que florece…”