Tan fácil es todo para ti que podrías conceder todos los deseos que se te encomendaran...

Por ejemplo, si ahora te digo lo que quiero quizá no te sorprendas... de una pincelada mágica podrías hacerlo realidad, pero estaría mintiendo.
Porque lo que quiero de verdad ni siquiera yo lo sé, lo desconozco.

Tal vez quiero dejar de percibir aquel lugar con tanto miedo, dejar de verlo como la gente ve al cementerio... que a mi me parece tan lindo y con tanta paz.

Tal vez sólo quiero dormir bien y luego de hacer lo que tengo que hacer, no sentirme con un mundo de culpa que tengo que asesinar con clonapam.

Tal vez quiero dejar de matarte cien veces en mis sueños de día y que dejes de aparecerte en la noche como una burla, recordándome lo que tengo que hacer...

Tal vez quiero hijos, nana, una casa en la playa y otra en el campo, perros y amantes, seguridad, amor, belleza... una maldad incipiente que me haga enigmático... cruel, pero bello... no sé.

Te dije que no sé bien lo que quiero, de pronto y no quiero nada de esto.

y seguramente tampoco me lo podrías dar.