Y de cuento en cuento se formo el universo…
Por: Juan más de mil preguntas.
-Dicen los antiguos que Dios antes de ser Dios era cuentero. Sí, era cuentero y se sentaba durante horas a contarle a la luna los secretos del sol y a contarle al sol los secretos de la luna. Dios les hablaba a las estrellas de otras estrellas aun más lejanas y luminosas, y las estrellas brillaban anhelando el infinito. Dios se regocijaba explicándole al río el nacimiento de la montaña y a la montaña el nacimiento del río, pero nunca les revelaba que tanto el río como la montaña eran hermanas.
Con el tiempo el número de las criaturas de Dios se multiplico y Él se dio cuenta de que necesitaba de alguien que contara sus historias, para poder tener tiempo de encargarse de todas las tareas que tenia que realizar: dirigir a los vientos y los planetas para que no choquen entre sí, indicar a las gotas de roció el lugar exacto donde deben de caer para alimentar al girasol, mediar de juez para mantener al mar lejos de la playa, sacudir a las nubes perezosas para que se genere la lluvia, enseñar al ave a danzar en los cielos y al pez a nadar en las aguas, y mil y un cosas más de las que debía de ocuparse un Dios. Entonces Dios hizo una gran convocatoria en todo el universo, como nunca la ha habido y nunca la habrá, y los que mejor respondieron a las condiciones que requería Dios para contar sus cuentos fueron los árboles, por su infinita paciencia. Es que los árboles se quedan allí quieticos, quieticos, observándolo todo y esperando a que vengan a escuchar sus historias. Sus historias son como el susurro de las hojas al viento y se requiere de un buen oído, acostumbrado a quedarse quietico, quietico, para poder escucharlas.
Y los árboles contaron historias a los hombres y los hombres en todos los lugares de la tierra saben que cuando cuentan historias es el mismísimo Dios quien viene a contarlas. Es que un cuentero es como un instrumento que vibra al son de las palabras que Dios coloca en sus labios. Si algún día un cuentero les cuenta una historia, no lo menosprecien, no se olviden que Dios actúa a través de él, no se olviden que Dios antes de ser Dios era cuentero…O sino que nos lo diga un cuentero que hace mucho tiempo contó un cuentito cortico, cortico pero que aún no hemos entendido: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”…
|