"Uno se tiene por tonto. Uno se quiere beber de esos temas recurentes como el deseo encarnado. De eso se nutre este ser cuando vemos en la pantalla figuras que empañana nuestra conciencia. Una figura delineada por sus propios dedos. De voz silenciosas y campestre, de esas que suelen escucharse llamando a los perros, gatos, patos... Unas piernas largas y delgadas, una que otra afeitada, una que otra masajeada con sus propias manos... Hará el amor con su amante mas fiel, sus sueños, pasado. Vendrá cada tarde, noche, día y pondrá su alma sobre estos ojos ya agotados de tanto mirar, pero sedientos de leer su verdad. Tendrá el cabello largo, atado, oscuro, pero sincero como una palma real. Ojos negros, profundos, soñadores, de esos que suelo buscar todos los días. Mirará calles llenas de gente y me buscará en cada mirada. Tendrá hijos, muchos hijos, y todos frutos de un amor sin tiempo. Dios, quisiera verla desnudarse todos los días. Ver cómo deja sus ropas sobre la cama, como se peina, como se mira al espejo (si gusta). Tantas cosas sueño con ella que no deseo mas que escribirle y sentirme ya parte de ella... Temas recurentes suele escribirme. Temas llenas de un pasado que anhelo escuchar aunque no lo sepa. Leer la forma en que mueren sus amados, estar a su lado mientras llora sobre esta pantalla. Dios, quisiera verte desnuda mientras sueltas esas ropas cargadas de tanto pasado... Sale a la calle, viste igual, guarda una bufanda, un sacón, unos zapatos lustrados, un portafolio... Parece abogada, doctora, pero, pocos saben que no es mas que una soñadora..."


San isidro, marzo de 2007