Solo
siempre solo,
¿Esperando qué?
¿Soñando qué?

Soy la luz perdida de la noche,
el lucero más próximo del mar,
una luciérnaga escondida
en el camino

Mi gran ojo,
deslumbra los sueños:
del obrero,
el niño y fantasías,
la mujer y sus tristezas

El sudor de los hombres
se volvió mi cuerpo,
albergando muchas creaturas

(La araña y sus telas de luna,
la hiedra y su mano de selva)

Mensajes de enamorados
adornan mi cuerpo,
cual tatuaje del tiempo
esculpen mis trozos de roca

¿Soy bello?
¿Alguien deseará llegar a mí?

Mi luna enamorada,
me besa por las noches,
seduciéndome entre estrellas fugaces
sus ojos me declaran
amor

Mis lágrimas se emocionan,
mi ojo se quiebra,
y necesito la mano del hombre
para volver a contemplar

La anciana triste
la mirada fija en el
sol que se sumerge
la del amor,
el desamor

El perro y su dueño,
la gimnasta,
la niña y su castillo de doncellas,
la nube surrealista sobre el cielo anaranjado

El viento apasionado
en el lienzo interminable,
nos relata el pasado
con paz ciencia inderogable,
relatos milenarios
de otros tiempos y sus sangres

Amores hechos eh visto por miles,
sembradores de hombres y mujeres

En cada tarde,
en cada noche
uno a uno les protejo,
sobre este romance eterno
entre la arena y el mar

"Viento arena y agua,
unidos en tierna ola,
golpeando espumosos rostros,
en los palacios de caracolas".

¡He me aquí!
Sembrado por el tiempo
he me aquí,
creado por el pavor a las sirenas,
he me aquí,
mirando al humano desde la penumbra

¡He me aquí!
Como único lunar de de esta,
una de las noches más oscuras que recuerdo

He me allá…
contemplando su efímero
paso por la vida

¡He me allí sí!....
Con mis corazones de roca
ahogándome entre sus lágrimas

He me aquí un año más,
tan solo…

El hombre me tiene
para acompañar sus penas,
mas yo,
tengo completamente todo,
de absolutamente nada

¿Cuántos faros necesitas,
Oh…
Pretenciosa alma humana para
iluminar tu felicidad?
¿Y el camino hacia los sueños cuántos
de flores?
¿Y el camino hacia el dolor cuantos faros soñadores?

¡¡Te conformas con un mísero puñado de sonrisas muertas!!

¡Ah...
Cómo me gustaría ser humano para sembrar de faros esta tierra
y liberarte de una vez…

Intocable,
impredecible,
Oh vanidosa alma humana,
semilla de paraíso,
bienhechora predilecta
del existir

Mi sendero inanimado
se transforma en filosofía,
cuando los días pasan y no vienen
tus olas de vida

Me dejas sin la espuma
de tu inocencia
bajo la lava del olvido

-La última vez lloraste tanto-
¿En qué instante tus lágrimas se enamoraron de la arena?

¿Será por los poemas que escribes en ese pequeño libro,
o las flores del adiós que entre sus páginas descansan?

Tus lágrimas y mi vida son misterio
entre las formas,
entrelazándose
en preguntas sin respuestas

Precipitando desde tu cielo de sonrisas,
desembocando en el
mar de tus penas

Tu sombra
no muere en el ocaso,
trasciende más allá,
eterniza la luz del sol
fundando el país de los deseos

Donde tu alma construye
santuarios para él,
aquel
que te roba y regala
emociones
desiguales

¿Sonarán violines sin alma cuando te vuelvas,
o trompetas estoicas callarán la voz de tus derrotas?

Uñas infieles desgarrando
las cuerdas de tu arpa

¡Ah…Flauta del bello corazón que
dichosa sonrisa dibujarás en su rostro!

Quiero guardar tu voz
en el eco del silencio,
junto a las huellas
de tristeza que has perdido
para siempre en mi cristal

Y así….
Con la ayuda de mi amada noche,
-Serenata inmortal de grillos-
Devolverte los latidos de belleza
que me han hecho vivir

Pero tú,
¡Qué tristeza!

Ya no escribes al calor de mis pies,
no me quedan ojos para oír
la voz de tus
lamentos

¿Tanto le amas?

¿Donaras a la tierra tu melancólica sangre por él?
¿Destrozaras todos los pétalos del mundo con una mirada de dolor?
¿Crecerán por fin tus alas de nocturna ave?
¿Tragaras ortigas por despecho?
¿Portarás el cetro a la diosa soledad?
¿Privaras a los astros de vivir en tus pupilas?
¿Olvidaras aquellos momentos y los otros?
¿Sembraras de faros el país de los muertos?
¿Dormirás como ángel negro en la cuna de dios?

Esto no es amor.

(Mi ojo se quiebra)

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Golondrinas adornan mi cabeza con sombrero de ramas

Sobre la tierra fecunda brotan manantiales de colores

Los cuerpos se desnudan al compás de las horas

(El frío se condensa en los recuerdos)

En el palacio de los climas
se deshacen las mamparas

La gimnasta,
el perro y su amo,
los hijos...

Los niños y sus juegos circulares,
las mil miradas fijas en
el sol que se yergue

El espíritu de la anciana
danzando,
sobre el lienzo del viento...

Un último relucir
esbozo el invierno:

“Eres de la reina soledad
la fortaleza,
manantiales de ternura
sobre el templo del dolor,
alegoría de un mar
completamente en llamas,
donde solo duermen
los versos en retoño,
esperando ser libres
en algún cuaderno,
eres más bello que el Elíseo,
eres la puerta sin retorno
hacia el país de los muertos,
el lugar definitivo
de las almas"

"Porque
tan bello eres,
todos desearán
llegar a ti"…

"Todos llegaremos
algún día al faro,
de nuestra
ineludible,

Carmen"…