La angustia me agarra y me aprieta el pecho, me toma por el cuello y trata de ahogarme, trato de alejarla, con rabia con fuerza pero ella lo logra y me atrapa de nuevo.
No me deja respirar, ni llorar ni gritar, no me quiere dejar ser ni dejar pensar, me toma y me lleva a donde quiere, ¡sal de mi cuello, suelta mi pecho, mierda!.
Respiro de a poco por si se aburre, si no es por fuerza quizás por cansancio. De alguna manera, de alguna forma tengo que sacarme a esta negra maldita.
A veces me ilusiona y me deja dormir, para que yo crea que mañana no va a estar y cada día me acuesto pensando "ya se fue, mañana es distinto, mañana no será como ayer".
Me deja despertar la muy desgraciada, levantarme tranquila como si hoy no fuera a pasar nada y entonces se aprovecha de mi debilidad, me toma por el cuello y de nuevo, otra vez no me deja respirar.
¿Cuándo será el día? pienso, en que la pueda matar, no sé si con un cuchillo, no sé si con un disfraz, quizás si no la mato, por lo menos la pueda engañar.
He querido obviarla,he tratado de confiar, intento ser más fuerte, a veces empiezo a cantar, pero la maldita gana, una y otra vez, no importa el esfuerzo, no importa mi fe, siempre llega la idiota y me vuelve a agarrar. Déjame tranquila, imbécil, por lo menos déjame llorar. |