Uno es el mundo.
Dos son los destinos.
Tres son los años que llevo esperando.
Cuatro son las vidas que me faltan.
Cinco somos ustedes, mas yo.
Seis son los poemas que llevo escritos.
Siete son las horas que llevo llorando.
Ocho son los abrazos que guardo para ustedes,
dos para cada uno,
uno para decirles la verdad
y otro para que sientan a su hermana.
Nueve son las lunas que me acompañan.
Diez las veces que los vi de lejos.
Y millones son las lagrimas y ruegos
que derrame por no poder gritar
una y mil veces esta bendita verdad.