Corría presuroso esa tarde, ansiaba con llegar rápido a su casa, estaba fatigado de tanto trabajar, quería llegar y disfrutar la alegría de estar junto a ella, abrazarla, gozar del amor compartido, extasiarse en sus brazos, fundirse en un abrazo intenso hasta quedar exhausto y feliz.
Entró como siempre y pronunció el nombre querido, sin respuesta pensó - ha salido - y esperó impaciente que llegara, dos horas pasaron y nada, pensó muchas cosas entonces, pero nada, el tiem-
po pasó y no llegó.
Se duchó sin apuro, cenó frugalmente, miró el noticiero y se acostó como siempre.
Como a las once ella llegó, lo beso tiernamente, se duchó y a su lado se recostó mimosa, el cumplió como siempre, hicieron el amor simplemente y se quedaron dormidos. |