La Leyenda De La Bruja.

Capitulo 1: Leyenda y Búsqueda.

La noche era oscura, con viento suave y vacilante, y sin embargo, podían verse las estrellas. La luna iluminaba menos de lo que pretendía, y las calles silenciosas no eran transitadas por nadie. Al mas leve suspiro se escucharía, aún si una hoja se arrastrara por las aceras o un vehículo pasara a toda velocidad, por el momento no sucedía. El reloj marcaba las 12 horas, la medianoche tan temida, desde que en el pueblo se comenzó a temerle a una leyenda que surgió de improviso, y como no hubo aviso, de momento, y fueron incontables víctimas, hasta que el detective privado Peter Frank decidió inmiscuirse en el asunto. Requería de todas sus facultades mentales, así como también de su astucia y experiencia para desentrañar la esquiva mente de un asesino serial, suelto, loco y sin ganas de que lo atrape la policía. Pero lo mas tétrico y resonaba no eran las muertes provocadas por el asesino serial, sino una oscura leyenda que había comenzado y se expandía a gran velocidad por el pueblo. La leyenda dice que hace mucho tiempo, allá por el siglo XVIII, vivió una bruja en el pueblo maldito de Statem, la bruja, una anciana fea y arrugada, a la que sus vecinos temían, incluso evitaban verla, le sentían aversión, no escatimaba esfuerzos en crear hechizos y maldecía a quien se le cruzaba por enfrente. Habían sido muchos los embrujados por la vieja bruja, pero lo que mas se recordaba en el pueblo, era la historia de unos pequeños, Johnny y Charles, quienes al haber visto a la bruja quedaron perplejos y hechizados en el acto, la mirada de la bruja era muy penetrante, aún así no fue la mirada la que embrujó a los pequeños, sino una especie de hechizo. La bruja había movido sus manos toscamente, y algo temblorosa, cuando haciendo un pase hipnotizó a Johnny y luego a Charles, y les dijo que entren en su vieja casa, infestada de telarañas, maloliente y llena de cucarachas. La bruja guardaba sus pociones en una estantería, donde además se veían varios tomos de libros, muchos de ellos, la gran mayoría, de ocultismo, magia negra, etc. Cuando los pequeños salieron de su hipnotismo, gracias a que la bruja les deshizo el hechizo, y volvieron a la realidad, observaron estupefactos a su alrededor, la habitación en donde se hallaban les resultaba espasmódicamente extraña, lo primero que observó nítidamente Jhonny fueron los libros de magia, Charles en cambio, aún permanecía mareado y boquiabierto, de asombro, ya que no sabía que le ocurría. La bruja los miraba con sus grandes ojos diabólicos estaba sentada sobre una vieja silla de madera, que parecía quebrarse, y cuando Jhonny se dio cuenta que estaba siendo observado por la vieja bruja pegó un gritó que retumbó en la habitación, Charles se tapó los oídos con la mano, y cayó en el suelo desmayado. Jhonny trató de incorporar a su amigo, pero la bruja, veloz y sagaz, agarró al muchacho de su oreja derecha y lo llevó hasta la habitación contigua, donde, sobre una mugrienta mesa descansaba solo una hueca calavera y unas velas negras, que causaron honda impresión en Jhonny, el pequeño estaba muy asustado, temía lo peor, ya que las brujas por lo general no tienen buena fama en el pueblo de Statem, todos los lugareños huyen despavoridos ante la menor y mayor señal que se les presentase, la vieja bruja lo sabe, y es por esto que también huye de los lugareños, porque , la bruja lleva una vida solitaria, y aunque se dedique a las artes prohibidas, ve consuelo en la idea de que algún día, el demonio se la llevará al infierno. Los lugareños se persignan, susurran oraciones, le muestran un crucifijo, generalmente bendecido, y ante esta minima señal la bruja simplemente se mete en su cueva, pero cuando la persiguen con palos, garrotes de toda clase, antorchas para quemarla, pistolas y escopetas, culpándola de muchas desapariciones de niños, y de robar y sacrificar animalitos, la bruja ante esta gran señal, huye despavorida. Una gran cruz, donde en el pasado se había colgado y ahorcado a una bruja, casualmente de la misma edad, la bruja del pasado ostentaba una edad avanzada, los antepasados de los lugareños creían que había llegado a vivir unos doscientos años, aunque los números variaban , según quienes habían dicho verla, la bruja actual aparentaba unos ciento cincuenta años , aunque algunos lugareños le daban doscientos años, al igual, que la bruja del pasado, ambas eran iguales, a excepción de que la bruja del pasado había llegado a matar a unos ciento cincuenta niños y a unas ciento cincuenta niñas, y a una docena de animalitos aproximadamente, tal vez la bruja del pasado vivió mas años, ya que esta bruja actual sólo había matado a unos cien niños y a unas cien niñas, y a diez animalitos, tenía tiempo de ansiar superar a la bruja del pasado, aunque he aquí un rasgo que para los lugareños hubiera significado benevolencia sino fuera porque ni bien se enteraron de que la bruja había secuestrado a Jhonny y a Charles salieron a buscar a la bruja con palos, rifles y escopetas, aunque , la bruja parecía tener suerte ya que los lugareños de Statem no sabían donde quedaba exactamente la residencia de la bruja. En una cueva murmuraban unos, mientras que otros aseguraban que era una vieja y polvorienta casa que reunía siglos de antiguedad, la vieja ermitaña no recibía a nadie en su alojamiento y el único gesto de benevolencia que había demostrado durante largos años de vivir en el pueblo de Statem , era el de dar comida a los cuervos y otras aves que se posaban en los alrededores de su hogar, donde se veía un jardín de marchitas hojas de otoño a punto de caer barridas por el viento, y porciones de pasto seco amarillento, como si un incendio hubiera calcinado hasta los árboles, aún así , la bruja no pensaba que andaban detrás de ella, ya que , estaba en su casa con los pequeños, y según ella creía, nadie había visto entrar a los niños a su cueva, así que se mostraba serena, aunque mas bien, era una bruja alterada. Los signos de la vejez, sin embargo, le habían causado cierta tranquilidad, debido a su experiencia, pero cuando miraba al pasado, recordaba ser una bruja histérica, y algo de eso la seguía acompañando, ya a su avanzada edad de ciento cincuenta años.
Jhonny temblaba, no sabía lo que la bruja le haría, y la bruja , no sin una cuota de maldad, agarró al niño, luego de haberlo transportado a la otra habitación y lo ató a una silla, esta silla no parecía quebrarse a diferencia de la otra, y le vendó los ojos, el niño tembló y comenzó a lloriquear, la bruja solo gemía, jadeante, y pronunciaba sonidos inarticulados, que bien visto, podría decirse que le faltaban algunos dientes, porque no pronunciaba bien las palabras, a decir verdad, casi nunca hablaba, solo en casos de urgencia, en las que se veía obligada por razones obvias. La bruja dejó al niño atado y fue hasta la otra habitación, Charles seguía desmayado, la bruja fue hasta la estantería en busca de algunos de sus libros y comenzó a hojear entre sus páginas en busca de un conjuro maligno, luego tomó una botella con líquido verde en su interior, de la cual brotaba una alcohólica niebla anaranjada, que mas bien parecía jugo de uvas y naranjas, un cocktail explosivo, lo batió un poco en un recipiente, que hacía las veces de coctelera y sirvió el brebaje en una botella mas pequeñita, mientras el humo inundaba toda la habitación, y cegaba la visión, la bruja ya estaba acostumbrada por supuesto, pero el pobre Charles no, y comenzó a toser, y de repente abrió los ojos, en unos ligeros parpadeos, vió delante de el a la bruja y fingió estar dormido, la bruja volvió a mirar al niño y vio que no se movía, entonces fue hasta la habitación donde se encontraba Jhonny, pero el niño ya no estaba allí, había logrado desatarse de las ataduras de la vieja bruja y había fugado por la ventana, que permanecía abierta, la bruja exclamó Humm, Humm, Humm, y se le cayó la botella con el humeante brebaje, no supo que hacer por un instante, y volvió a la habitación donde se encontraba Charles, pero Charles ya no estaba allí, y también se había escapado de las manos de la bruja, se había fugado por la puerta, que estaba entreabierta. La bruja pensó, pero no podría seguir a los dos niños al mismo tiempo así que, se dio por vencida y se aferró a la idea, de que al menos, nadie se daría cuenta de que había secuestrado a los niños, ya que de seguro contarían a sus padres, familiares, y todo el pueblo se enteraría de su morada, y de lo que la bruja había hecho con los niños, secuestrarlos.

Capítulo II: Asustados Y a Salvo.

Aunque los planes de la vieja bruja no resultaban claros, y hurgando en su cabeza sólo había polvo y suciedad, al igual que en su cueva, lo mas probable pensó Jhonny es ke la bruja quiera asesinarme, ambos niños se encontraron a menos de un kilómetro de la morada de la bruja y pensaron en si contar lo que les había sucedido o no, ambos tenían nueve años de edad, y estaban muy asustados, ni bien llegaron al pueblo, luego de atravesar un bosquecillo interminable, se sintieron mas tranquilos y fuera de peligro, la bruja no volaría hasta ellos para atraparlos , aunque los niños si temían esto, y es por eso que Jhonny que llevaba consigo unas cerillas, (fósforos) decidió que lo mejor era incendiar el bosque, y el pasto seco y las ramas y los árboles, poco a poco fueron calentándose en las llamas, se veían como grandes velas, y las copas de los árboles llamas onduladas que flameaban en el viento, que ahora soplaba del este, agitándo lo suficiente las ramas y esparciendo el fuego, si la bruja entra aquí morirá dijo Charles riendo, Si, afirmó Jhonny, temblando un poco, y ambos corrieron despavoridos hacia sus respectivas casas.
Cuando salían del bosque se encontraron con una turba de gente, que venía hacia ellos, eran los lugareños, que se habían enterado, quien sabe porque, tal vez fue una corazonada de alguno de ellos, lo cierto es que según después comentó un hombre del pueblo, una mujer había visto que los niños se dirigían hacia el sector donde se creía habitaba la vieja bruja, que como he dicho, fue vista muy pocas veces, era como una leyenda, mientras algunos decían que la habían visto y aseguraban que existía, otros, en cambio, decían que era producto de la superstición, pero ahora había pruebas, los niños, estos, no sin cierto temor, contaron todo lo que habían experimentado, ante los ojos de los lugareños que se habían agrupado con sus palos, garrotes, pistolas y escopetas, y otras armas, ansiosos de amonestar a la bruja.
Los niños y los borrachos nunca mienten dijo Peter, un lugareño, que en una mano llevaba una escopeta y en la otra una botella de curtido coñac, pues, entonces los niños nos indicarán donde vive la bruja, el mejor camino para llegar hasta ella, que tanto dolores de cabeza nos ha hecho padecer desde que comenzó la leyenda de su existencia, y aunque siempre creímos que había secuestrado y matado a muchos niños y animales salvajes, nunca tuvimos pruebas, ahora las tenemos, gracias a estos valientes niños, exclamó Frank levantando su pistola y hablando en nombre de todos los lugareños, que le respondieron con un grito de , ¡vamos tras la bruja! Con calma, con calma, dijo Peter, con sus palmas de la mano hacia adelante tratando de contener a la multitud de lugareños, dejemos que los niños nos cuenten algo mas, Cuéntanos Jhonny, -¿donde vive exactamente la bruja?- El pequeño Jhonny señalando con su dedo índice en dirección hacia la cueva de la bruja les indicó el camino, mientras que Charles, sonriente ya, se le había pasado el susto, exclamaba, es por allí, es por allí...!

Bien niños vayan a casa y cierren la puerta con llave, exclamó su padre, los niños se dirigieron a su casa, ambos vivían en casas diferentes, pero esta vez, fueron a la misma casa y allí se resguardaron de la bruja y de sus poderes, a la casa de Dios, mientras que los lugareños se dirigían a la cueva de la bruja dispuestos a atraparla y ahorcarla, quemarla, o cualquier otro método que diera resultado satisfactorio a sus misivas, y es que la bruja había provocado bastantes disturbios, contando también los secuestros y matanza de animalitos indefensos.

La horda de lugareños debió de esquivar el bosquecillo, ya que el fuego permanecía alto y quemante como cuatro gigantescas hornallas de gas butano, al rojo vivo, lo que le daba al paisaje un tono característico y singular, y un clima bastante cálido, con sus cenizas volando a causa del viento.

Luego de esquivar el bosquecillo, pero sin desviarse de su objetivo principal, y atravesar un puente, por el que debajo atravesaba un lago de aguas mas bien tranquilas y susurrantes, de color transparente y manantial de agua purificante, muchas veces esta agua fue usada como agua bendita por los lugareños, quienes a orillas del lago recitaban sus oraciones y llevaban a sus hogares en pequeñas botellitas, de contenido agua bendita del manantial del agua que surcaba por debajo del puente de madera, algo añejo, pero bastante sólido, ya que soportó el paso de mas de quinientos lugareños, alzando sus armas, la horda iba en busca de la bruja.

Una vez terminaron de atravesar el puente, caminaron por un tramo de tierra firme y se encontraron con la casa de la bruja, quien, como habían dicho los niños vivía allí, se percataron de esto muy pronto, ya que uno de los lugareños vio la fugaz sombra de la bruja cruzar por una ventana como un rayo, allí está , allí está! gritó ! Y todos los lugareños se aproximaron a la vieja casa, comenzaron a darle patadas a la puerta que no quería caer, pero por fin cedió y cayó, la puerta hizo un intenso ruido, era de roble y muy pesada.

La bruja se había escondido, un grupito de lugareños que llevaban antorchas encendidas, comenzó a incendiar la casa, que en parte era de terca madera insensata, por lo que el fuego no tardó en arder, la bruja no tenía donde esconderse de sus perseguidores, así que la bruja pensó que lo mejor era entregarse antes de ser víctima del fuego.
Y se entregó, salió de su escondite, además no podía correr, debido a sus largos y andados viejos años, y algunos lugareños , enojados, comenzaron a dispararle con preguntas, la bruja no podía responderles, es como si se sentía asustada, o quien sabe, lo cierto es que no pronunció palabra alguna, y esto enfadó a muchos de los lugareños, dos de ellos, Peter y Frank la tomaron de sus brazos y la arrastraron fuera de la vieja casa, siguieron caminando, con el grupo de lugareños detrás, y llegaron hasta el bosquecillo, que aún llameaba, déjenme morir en mi casa gritó la bruja! pero ya era demasiado tarde, los lugareños la habían sujetado con unas fuertes y apretadas sogas a un gran árbol de tronco grueso , su cuerpo al árbol, y el fuego expandiéndose se aproximaba despacio pero seguro hasta donde la bruja esperaba sus minutos finales de existencia. Había sido raro, pero la bruja pudo gritar, aún así el fuego ya se aproximaba y ahora cada vez mas rápido, como una marea de fuego, los lugareños observaban la escena en silencio, las llamas se reflejaban en los ojos de los pueblerinos, y las llamas resaltaban en los ojos azul-rojizos de Peter, curioso efecto, a quienes tal vez sea mejor llamarles ciudadanos, ya que en la actualidad Statem es una ciudad, aunque aún permanezcan ciertas leyendas antiguas, y en pocos minutos la bruja pereció ardiendo entre llamas, y sin pronunciar sonido alguno, aun hoy en Statem, una ciudad poblada de historias de brujas, de fantasmas y de seres temibles, una ciudad siniestra, se sigue contando de generación en generación, y se rumorea por el pueblo la leyenda de la bruja, incluso dicen algunos que la ven merodear de noche por el bosquecillo, e incluso en la ciudad, ya hoy día con casas y edificios mas modernos, aunque permanezcan el sabor del pasado, ciertas sensaciones, temores y algunas antiguas construcciones, que junto a sus pobladores, mantienen viva la leyenda de la bruja y sus tradiciones.