Toda interpretación de la Tierra conforma un Mundo. Por lo tanto decimos que el Mundo es el mundo (como dando a entender que el mundo es la Tierra – por supuesto) No podemos aceptar la existencia de otra interpretación de la Tierra, por lo tanto de otro Mundo, porque su aceptación minaría las bases del nuestro – del Mundo – y perderíamos todo sentido de identidad y de pertenencia como seres habitantes del Mundo. Con la pérdida del Mundo nos perderíamos nosotros mismos y esa pareciera ser la intención de los Malvados (seres de otro Mundo). Nos consolaría la existencia del Infierno como justo castigo Divino para los Malvados, pero pareciéramos incapaces de ceder hasta no haber hecho de la Tierra el Infierno.