Inicio / Cuenteros Locales / La_Columna / Realidades modernas.- Shou
Se mantuvo en silencio en toda la hora, cabizbaja. Al terminar el taller, cuando los demás se retiraron, se acercó despacio y preguntó: -¿puedo ayudarle a llevar los libros a la biblioteca?-, asentí complacida. Al verla tan callada y abstraída ordenando libros y fichas le dije: -¿qué pasó con tu tiempo de descanso?- Me respondió con otra pregunta: -¿puedo hablar con usted?
“ ..........Sentí una presión fuerte en la espalda que me inmovilizó, luego se acercaron las otras dos y comenzaron a insultarme. Pensé que era una broma como la de costumbre hasta que de un empujón me tiraron al suelo; una de ellas me escupía mientras sujetaba mis brazos contra el piso. Yo tenía mucho miedo. Amenazaban con lastimarme si gritaba. Revisaron la mochila y rompieron la carpeta de sociales. La más chica de las tres me sacó las zapatillas e hizo pis; fue la que se llevó el celular. Estoy aterrada, me parece verlas en las esquinas de la escuela. Tengo muchas ganas de no venir más a clase. Prefiero no salir al recreo. Nunca les hice nada; se la agarraron conmigo. No le dije nada a mi mamá. Siento mucha vergüenza. Quiero irme lejos....... “ (Martina, 11 años)
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" Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego ”
Mahatma Gandhi
La violencia no es un tema nuevo ni menor. No es novedad para nadie la enorme preocupación que suscita diariamente en la sociedad toda. Múltiples y variadas formas de violencia han adquirido relevancia cada vez más notoria en las últimas décadas. Existen muchas chicas y muchachos que viven situaciones parecidas a la de Martina, aquí en Buenos Aires y seguramente en otras ciudades de este mundo.
La palabra BULLING proviene del término inglés “bully” y literalmente significa “agresor”; refiere a comportamientos intimidatorios, amenazas, acciones lesivas y reiteradas hacia alguien en particular, las más de las veces sin más motivo que el del hostigamiento. Abarca desde bromas pesadas, disputas o pendencias, ataques personales, atropellos, acosos. Acciones violentas, interpersonal, injustificada, victimización verbal, física o psicológica, que producen efectos extremadamente negativos en quienes están expuestos.
El “bulling” no se manifiesta exclusivamente en la escuela o en una institución escolar. Cualquier esquina o calle de barrio está expuesta a encontrar chicos en riesgo. Sucede que la escuela es (o al menos debería serlo) “contenedora” de la mayoría de estos jóvenes; aunque muy frecuentemente observamos cuán “extremadamente vulnerable” es ante situaciones extremas.
La franja de edad que abarca de los 6 a los 17 años es la más comprometida en actos de "bulling", aunque el mayor riesgo parecería situarse entre los 11 y 15 años. Resulta natural y frecuente que en la convivencia escolar aparezcan conflictos. Pero cuando estos exceden límites “normales” la convivencia se convierte en un desafío peligroso. No se puede ni se debe ignorar o subestimar el miedo que un chico o adolescente perseguido y acosado puede llegar a sentir, tal vez esto explique que:
1.- sólo unos pocos que padecen o han padecido este tipo de accionar se animan a denunciarlos;
2.- una gran mayoría de alumnos que son “partícipes pasivos” o “testigos” de la violencia escolar optan por guardar silencio, no denunciar, omitir.
El temor, el miedo, la vergüenza, el aislamiento o exclusión que siente quien es victima de “bulling” puede conducir incluso al suicidio. Conocido y ampliamente comentado es el caso del joven Jokin, un chico vasco de 14 años, que se suicidó a consecuencia del hostigamiento y humillación que se ha detectado sufría en la escuela.
¿Las causas? Difícil de precisar. Surge un sin fin de razones, motivaciones, explicaciones que intentan dar una visión comprensiva de tal situación. Ardua tarea tienen a su cargo especialistas en el tema. Pero sin duda la violencia escolar no está excluida de la violencia social y global.
¿Existe una realidad independiente de las percepciones humanas?, o es una realidad a la cual pareceríamos obviar entre tantas otras situaciones de violencia diaria. -“Esta es una sociedad conflictiva, o te adaptas o te marginan”- es un pensamiento que con frecuencia se suele escuchar en muchos jóvenes.
¿Será la familia? ¿O tal vez la escuela? La sociedad...
Ni uno solo ni dos. Todo lleva a un centro causa en común: “familia, sociedad, escuela y la personalidad del propio chico o adolescente son factores condicionantes y desencadenantes de estas conductas. La no violencia no es algo dado sino una construcción para la cual la “familia, escuela y sociedad” son el eje central y primordial donde se sustenta esa construcción, conjuntamente… Y sin embargo…
No basta hablar o educar en valores; hay que hacer el esfuerzo fehacientemente de llevar a la práctica los valores que verbalmente solemos predicar. No es suficiente amar a nuestros hijos es también significativamente importante “acompañarlos” “contenerlos” en esa difícil tarea de crecer.
Somos conciente de que las preocupaciones políticos sociales parecen pasar por otros intereses, sin embargo, la “desidia” tiende su trampa, y la “aparente neutralidad” juega implícita o explícitamente un rol negativo para la toma de conciencia del valor de la no violencia. Una sociedad que no tenga proyección de realización concreta hacia sus jóvenes está matando en vida su propio futuro.
Cada acto de violencia nos lleva por un sinuoso camino de interrogantes, replanteos, decisiones, cambios, imprevisiones, aprendizaje... ¿qué nos señala hoy?, ¿qué nos indicará mañana?
El día que estemos preparados de antemano para resolver estas cuestiones de violencia o patoterismo, lo más probable es que ya no se exprese con la brutalidad de hoy o haya derivado a otras formas de violencia. No obstante, la gestión preventiva debe ser encarada urgentemente, con total responsabilidad y conciencia, como requiere el tema; desde la familia, la escuela y en la sociedad; mancomunadamente.
¿Utopía?, tal vez...
¿Idealismo ilusorio?, tal vez....
Maria Rosa Perea : Shou
Buenos Aires, febrero de 2007
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Texto agregado el 26-02-2007, y leído por 825
visitantes. (20 votos)
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Lectores Opinan |
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01-03-2007 |
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Elegiste un tema difícil para tu columna, difícil para nosotros, adultos, que muchas veces no sabemos muy bien como actuar para remediar un problema como ese. Me gusta mucho la frase de Gandhi, ese luchador de la no violencia, que nos recuerda que hay que estar alerta y no quedarnos pasivos frente a la violencia. Que difícil es cuando alguien viene en nuestra búsqueda para pedirnos ayuda y nos encontramos frente a frente con un hecho que muchas veces no vimos, o no quisimos ver. Debemos enfrentarnos a nuestros propios recuerdos o fantasmas del pasado, y superarlos para poder ayudar. Me parece muy lindo y significativo que esa niña se haya dirigido a ti para decir lo que no era capaz de decir a otros. Creo que vivimos en un mundo cada vez mas difícil, en el que la violencia se banaliza e incluso se constituye en modelo para niños y adolescentes. Gran parte de responsabilidad la tienen la televisión, los video juegos, las películas, e internet que acarrean imágenes cada vez mas agresivas dirigidas a los niños. ¿Cómo apartar cada uno su grano de arena para mejorar este estado de cosas? Alguien dice que sembrando granos de paz, me parece una hermosa idea. Cada uno a su manera, según nuestras posiblidades, podemos contribuir a un mundo menos violento. loretopaz |
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28-02-2007 |
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Se llame "bulling" "boxing" o "karting" me resulta igual. Tan sólo son neologismos de origen anglosajón, y esto no sólo ocurre en Nueva York Melbourne o Londres, se cultiva en todo el mundo. Y el hecho preocupante es que no tiene nacionalidad y sí una clara raíz en el crecimiento desmesurado de la población mundial. Una cosa está clara: Los valores ya no son los mismos. La atención a los chicos ya no es la misma por tanto. Por ejémplo, el otro día: Aguardaba en la sala de espera del dentista y observé que conforme iban llegando, las personas de entre 60 y 70 años saludaban de forma cordial al entrar, otro caso eran los más jóvenes quienes no proferían un leve gesto. Y Yo me pregunté: ¿desde cuando saludan los adultos? La respuesta fue clara. Desde toda la vida. Ellos - en general - están mejor educados. (No niego que hubiera sus fallos). Pero los enseñaban a saludar, a ceder el paso a la gente de edad, a caminar por las ciudades etc.. Los chicos de hoy, entran en un lugar y ni te miran y si lo hacen es para sacarte la lengua o para mostrar su arrogancia. La respuesta solo puede ser una: ¡No están siendo educados! ¿Por qué? Hay muchas respuestas. Ahora mismo la sociedad avanza a un ritmo infernal, desmesurado. No hay tiempo para nada, apenas para tomar un café al medio día. Antes la gente se tomaba su tiempo. Ahora vivimos en una especie de carrera contra reloj por ver quien gana la guerra comercial y así... ¡Así no se puede vivir! Yo desde luego hace tiempo que renuncié a vivir de esta forma. Ahora gano menos dinero pero disfruto de mi tiempo; me he salido de la lucha que las multinacionales nos imponen porque no tiene sentido ser esclavo del tiempo.Y en fin; el tema que tocas Shou, además tiene muchas más vertientes: pobreza, desigualdad, movimientos migratorios etc... Es un tema muy extenso y complejo y se podría abordar en una mesa redonda y dialogar durante días sin hallar la solución adecuada. Como bien dice sol - o - luna y yo lo ratifico, has puesto el dedo en la llaga. Y esa llaga nos causa un gran dolor a todos, compruebo. Felicitaciones por tu texto! Un abrazo!***** josef |
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27-02-2007 |
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Actitudes como estas ennegrecen nuestro horizonte. Algo nos indica que hay que cambiar el rumbo. Y no me refiero a más mano dura, o echar más leña al fuego que va sobrado, sino a sembrar más y mejores granos de paz, cada uno en su parcela y todos en la de cada uno. azulada |
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27-02-2007 |
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No es utopía ni idealismo ilusorio, sino idealismo a secas. El conocer las consecuencias, indica que en las causas hay yerros enormes. Aquí en el llamado primer mundo, la violencia también está presente en las escuelas, y es un llamado de atención a la sociedad entera. No cabe duda que los estratos superiores no dan buenos ejemplos, pero... ¿cuándo los dieron? Entonces, ¿dónde está la falla? Creo que en la educación desde la cuna, esa educación que se soslaya o posterga, por falta de tiempo en la mayoría de los casos, por desgano en otra mayoría. Porque educar lleva tiempo y esfuerzo, y no todos se sienten preparados para dejar parte de sí mismo en pos de la educación en valores. Muy buena tu columna, María Rosa. Un abrazote. neus_de_juan |
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26-02-2007 |
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muy buena tu columna, el tema que abordaste es realmenta cada día más preocupante y hay todo tipo de análisis de diferente índole, creo que los niños no son ni más ni menos que el resultado de la sociedad actual donde la violencia maneja el mundo desde todos los ángulos
Cariños india |
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