¿Prefieres para tu interior ese viejo secreto? Prensas tus labios con todo el intento que un soldado desliza para avanzar. Acomodas tu belleza con serenidad de madre, como queriendo pedir ayuda en los sótanos. Pronto he de subir a tus montañas. Falta algo: desconocido, perfecto, superfluo para nosotros. Pronto he de subir.
Texto agregado el 25-02-2007, y leído por 158 visitantes. (2 votos)