Son de amor en DO sostenido
Por Paco Valencia


En la humedad del beso entre el mar y la arena nos desencontramos. Tu cuerpo anclado en el estero, yo sumergido entre corales, rodeado de peces que se devoran unos a otros. Me recordó que el amor también son dientes de filo letal, sobrevive el que primero sangra el corazón de la presa carnal.
Con la brisa llegaron tus dudas, preguntaste sobre el amor y sus males, lanzaste una red que antes de salvarme me llevó al fondo, vulnerable me hice en tu pesca de instintos, casi sin oxígeno busqué la superficie, pero no pedí auxilio únicamente una tregua, no quería que me salvaras, si levantar velas y librarme de quedar encallado en tus pies, cerca de tu ancla.
Esperé la puesta de sol confiado en que bajarías la guardia, que una ola grande helara el deseo, que la espuma develara el secreto. Se me ocurrió que la sal ardiera en tu piel, respondiera a tu angustia. Así resistí la veda de tus besos en la marea alta. Mientras, soñaba sirenas acercándome al arco de tu espalda, cantaban algo que parecía un son de amor, canciones como lunas llenas y rojas sobre lagos de agua quieta.
Parecen milenios los transcurridos; aún no encuentro como responder a tus preguntas, buscabas alcanzar un sueño y el sueño te alcanzó a ti. Te propongo esperar la siguiente embarcación de dura madera, como tu corazón, mas dudo que resista la siguiente tormenta. Impermeable no eres al llanto de las ballenas, te fabricaron manos dóciles y en el fondo respondes a ese anhelo.
Si naufragamos no esperes que deje de flotar, dejaste de ser principio y fin, horizonte que se come al sol. Quizá me cuelgue de gaviotas para llegar a tierras sin conquistar, y bajo una sombra comenzaré a escribir otras leyendas que al menos no sucumban al norte de tu aroma, a la marejada en tu cuerpo.
Dejaré la mar a los obstinados en perderse en tu densa niebla, a los valientes que se aventuren en la tempestad de ciclones y huracanes, en las aberraciones climáticas de tu desamor; los más se tornarán alimento en el fondo del océano, los otros sin tabla de salvación, vagarán una eternidad inquietas aguas donde serás presa extinta.
Aquí todo está bien…