Ando como perdido en el silencio,
esperando un cuento que brote entre las venas,
celebrando la muerte del que ayer brindaba por la vida,
maldiciendo a carcajadas la nostalgia de un mejor futuro.

Ando bebiendo el vino que guardaba para una mejor ocasión,
y que me cansé de añejar para la ocasión que no venía.
Ando como dormido por la vida,
esperando el despertar de mis ráfagas asesinas.

Te ando extrañando siempre aunque te tengo,
me ando maldiciendo a veces aunque me entiendo… a veces.

Ando como ando siempre,
solo que hoy no sé que escribo.