Comenzar, es lo único que me queda, es tal vez la sensación de esperanza, que me permite continuar, mas aun si no hay un peso en el bolsillo, pero lo importante seguir, como un eco en mi cabeza mientras veía a las palomas comer en la plaza de las nieves, eran las 3 de la tarde y el sol hacia ver visiones entre la muchedumbre de ese sábado. Esperaba a camilo y santiago, mis vecinos de barriada a ver si hacíamos algún plan de de hombres sin plata y solteros, porque el amor en esta época sin dinero ya no funciona, a ver santiago, le pregunte al llegar, ojala me traiga buenas noticias en esos bolsillos, para que me pague esa deuda de toda la vida, ahí le adelanto perro, me contesto santiago estirándome un billete de 20, ahora esperemos a camilo, a ver con que cuento sale. en ese instante llega camilo con los ojos desorbitados babeando una noticias, pelaos que tal me acabe de encontrar 100 mil pesos botados en una bolsa de pan, la dicha se apodero de los tres, que hacer con esa extraordinaria fortuna, salir a beber a uno de los bares de la19, pero para que nos decíamos mentiras, nos gastábamos ese dinero y ni una muchacha nos miraría, mas bien sentiría lastima al compararnos cono los ejecutivos que estaría tomando en el lugar, que hacer, a lo que santiago responde, vamos a un prostíbulo, ahí no nos van a joder las viejas, esas saben a lo que va uno y no se hacen las huevonas con dárselas de muy alta sociedad, ese es su oficio, levantarle el animo a los mas desamparados, a nosotros los pobres.
caminado unas 8 cuadras llegamos al barrio santa fe, cuna de los mas grandes ladrones de la ciudad, estar en este barrio era ver las entrañas de esta ciudad, habían travestís mostrándole el culo por las ventanas a los taxistas, policías, extorsionando a prostitutas parqueadas en las puertas, luces de neon invitando al sexo en los clubes nocturnos, como se hacen llamar los mas elegantes, o con el bombillo rojo mezclado de ojos y olores mirando la calle los prostíbulos mas bajos, estábamos los tres observando con dinero y ganas de pasar una noche entre estas beldades, cuando vemos a un grupo de niñas desfilando en una esquina, mientras los carros pitan y van recogiendo una a una, hasta quedar desierta, son muy niñas para esto me decía Santiago, es triste verlas así, me comentaba camilo, ver niñas de 13 a 17 años prostituyendosen, esas, perro, me decía camilo, son niñas de campesinos que llegan a la ciudad, y al ver que no hay nada para hacer, comienzan vendiendo su cuerpo para ayudar a sus padres, pero luego, prueban las drogas y terminan de prostitutas drogándose cada sábado para no sentir lo que es vender su cuerpo un cerdo de 40 o 50 años.
Pasamos la calle y he ahí un lujurioso lugar, llamado la piscina, un famoso club nocturno donde entran multitud de prostitutas cada sábado en la noche, apenas suspiramos al ver las bellezas que ingresan, y nos miramos, si entramos, solo tenemos para una sola vieja, justamente que a la suerte dejaríamos para ver con quien esa noche quedaba premiado, al entrar vemos de todas las razas colores y sabores, si señor siga, en que mesita los acomodamos caballeros, nos dijo un mesero bigoton.
luego de unas cervezas y ya en calor, decidimos realizar la apuesta, así que le dejamos a mesero que nos escogiera un numero hasta el 10, para adivinar, fue el primer turno y conteste tres, a lo cual el mesero respondió afirmativamente, se la gano, a cual le traigo doctor, mientras mis amigos me miraban con envidia, no sabia que hacer, yo nunca había estado con una mujer de la vida alegre, como le decía mi mama, pero ya no me importaba, era tanto el despecho por Natalia, que ya no me importaba, una rubia bien linda, le respondí, a lo cual desaparece entre la multitud. 10 minutos mas tarde, llega con una mujer de esas que uno solo se sueña en sueños, de unos ojos claros, el cabello rizado, y un cuerpo delgado, no le pongo mas de 20 años, Natalia es mi nombre me respondió al sentarse en mis piernas, mientras mi corazón se desplegaba entre la contradicción y el deseo, Natalia, así se llamaba ella, la que me uso y que ni fue mi novia, atine a decir en un tembloroso movimiento de mis labios, porque la dejaste, me pregunto acomodándose mejor, ella no me dejo, yo deje de intentarlo, me di cuenta que ella era una puta, ehh digo yo sin ofender le conteste, mientras ella con una sonrisa me contesto, al menos conmigo sabes lo que soy y por eso no te voy a romper el corazón.