Caigo plácidamente en tus brazos Que me han insinuado todo, En todo el trayecto de nuestra Unión marginal de ideas prohibidas. Arrodillo mi mente juvenil, Cada tarde que me compenetro En el fuego que te cobija, Para indicar tu alegría. Yazco mi aliento madrugador Pacíficamente en tus hombros, Y paulatinamente; escucho: ¡VETE! La luna se aproxima - “so”- Se aproxima para; Indicar tu presencia. - Lo siento – - Tesoro – Así es: No soy nadie, Agua corre por gravedad Por mi sangre: Tu tristeza.
Texto agregado el 23-02-2007, y leído por 141 visitantes. (5 votos)