Primero un paréntesis,
(Este cuento está inspirado en Cortazar pero, creo yo, con personalidad propia)
Fin del Paréntesis.
1.
Manera Normal:
Tome un libro, cualquiera, y ábralo; tenga en cuenta que para realizar esta maniobra con la propiedad y delicadeza que se merece un libro, usted debe primeramente extender su brazo izquierdo(o el que le acomode) y con la palma hacia arriba, curvar ligeramente la mano del brazo en cuestión, con el fin de crear un soporte firme y seguro para colocar el libro. Una vez realizada la maniobra, deberá colocar el libro sobre su palma ya preparada, cuidando de dejar en libertad de movimiento la tapa y las hojas del mismo. A continuación, deberá abrir el libro.
En algunos casos se encontrará con una página en blanco, pero no se desanime, porque usualmente los editores dejan estas mismas con el fin oscuro de disuadir a los lectores más inexpertos. Cuando esto suceda, no le queda más que girar la página siguiente y esperar que el destino le sea favorable. Debe repetir este procedimiento, hasta que encuentre una hoja en que existan pequeñas manchas oscuras, cuando esto suceda, usted habrá descubierto las letras, y estará ubicado al comienzo del libro.
Como una primera aproximación, deberá dejar en libertad sus ojos y pasear su mirada por la página que tiene enfrente, si su capacidad de observación está dentro el promedio, identificará en poco tiempo que las letras, esas pequeñas figuras negras puestas en la hoja frente suyo, están dispuestas en líneas horizontales y en grupos más o menos homogéneos. Si es usted un observador más agudo, encontrará que los grupos pequeños se repiten con mayor regularidad que los grupos más complejos, y están ubicados, en general, entre dos de estos últimos. Las razones de lo anterior no nos interesan, y no se preocupe el lector que no ahondaré en explicaciones gramaticales complejas y profundas sobre el significado y la creación de las palabras (nombre que reciben los grupos de letras identificadas por usted anteriormente), porque, primeramente, no lo sé, y en segundo lugar, no me interesa.
Pasemos, pues, a leer el libro.
Ubique su atención en la palabra superior izquierda de la primera hoja del libro, mida su longitud, respire profundo, y léala. En este momento puede usted sentirse orgulloso porque ya está en posesión de una palabra, y, sí, es así de fácil, con solo repetir este procedimiento, ya se ha logrado emprender exitosamente la tarea de leer un libro.
Manera Intelectual:
Póngase una bufanda de lana, unos anteojos, una boina, déjese barba, elija un libro que nadie conozca, vaya a un parque, recuéstese en el césped, ponga el libro sobre su pecho, duerma.
Manera Adecuada:
Primero que todo, hay que entender al libro. Definiendo, un libro es un montón de letras dispuestas sobre un número indeterminado de láminas flexibles, generalmente blancas, que sirven de soporte para mostrar al lector (usted), el orden preestablecido que el autor (identificativo que recibe la persona que propone un orden arbitrario de cosas a las demás personas), ha dispuesto.
Pero para entender al libro, como puede usted suponer correctamente, no basta con la definición, sino que con la actitud. Como primer paso, búsquese una pieza sin cuadros, saque todos los muebles al pasillo(deje una mesa y una silla) y entre solo con su libro, cierre con llave para no admitir interrupciones, y si alguien golpea, déjelo, todos tienen derecho a hacer lo que quieran.Con una mesa y una silla no muy cómoda, deje el libro sobre la mesa, cierre los ojos y piense en una letra, cualquiera. Una vez que haya pensado en la letra en cuestión, póngale personalidad....deje volar su imaginación.........búsquela en el libro....y, finalmente, deje en paz a su cabeza, no piense más y vaya al baño, que en definitiva es en donde mejor se lee.
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