Inicio / Cuenteros Locales / alegreincer / Unisono.®
Pretendo en cada nota musical
no saber de tu cándida vida,
contando las luminarias
de los aviones al pasar.
Regalo un dilema
de aventuras mordaces.
Sufro el dolor que me ha causado
tu vida inaccesible sin verte ni oírte,
tratando de conseguir con flores
un pronto recuerdo.
Busco una luciérnaga que tierna
pueda viajar en tu alma.
Ya los caminos del mismo tono umbilical
aseguran con alegría la confirmada pérdida
de las extrañas camadas al ser jaurías;
y solo desean el regreso y reposar.
Corro en la hierba fresca
sin encontrar un viejo caracol.
Con el dolor que nos unió en el pasado
no se como he de prohibirte
que pintes tú alma con frescos olores;
para que suspendas nuestro acuerdo.
Tengo que sofocar esta vieja lámpara
si perturbar el leve sueño de un corazón en llanto.
Me concientes al caminar en las noches;
sabiendo el peligro que podemos enfrentar,
para disfrutar un viaje leve y de entero placer,
y regresar a la morada que más de una vez
secó nuestro amado deseo.
Escribo por las noches de invierno
sin descansar en las del verano que no llegan.
Se desconfía y se sospecha
de una amistad construida,
resultante de una misma fecha
por la misma vida afluida.
Preparo la madera que se ha de vender
en lo patios y parques.
Préstame por dos meses tu tristeza
para que disfrutes de una vez
la vida que conmigo llevarías.
No cuento las luminarias al azar
sin un sentido que perseguir;
las nombro con todas las letras
que albergadas están en tu nombre.
Conciente de lo que hago
me retiro por algunas noches
para que el tiempo sane nuestro dolor.
Cambio mi ropa
cada vez que me baño.
Busco en tu libro los dibujos que he dejado;
marcando los lugares que más he visitado.
Tengo el alma contigua a la de una mujer amada.
Pruebo tus manos,
tanteo tu cuello,
poseo tu sudar cansado,
me tienes asustado por saberte amar.
Corto las ramas del mismo árbol
que antes pode mal.
El zafiro que he encontrado, algo dice,
bien silencioso me cuenta tu historia
de los amores escondidos
y de la pasiones amorosas;
que has practicado conmigo.
Pasa tus dedos suavemente
sobre el hilo de oro;
y sentirás mi panza tiritar
por el miedo qué te tengo.
Trago muy lentamente al agua,
que brota del tubo, sin purificar.
|
Texto agregado el 23-02-2007, y leído por 129
visitantes. (1 voto)
|
|
|
Lectores Opinan |
|
|
|
|
|
|
23-02-2007 |
|
Pero que terrible,ya no sufras tanto. naiviv |
|
| |
|
|
|
|
|
|
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|