Había una vez, en un reino muy lejano, una dulce princesita de nombre Mercedes, tenia hermosos cabellos rubios como el sol y dulces labios rosas, su corazón era puro.
Los tiernos años de su infancia transcurrieron como un sueño, llena de momentos felices al lado de sus hermanos y sus padres, para ella todos los días eran perfectos, se pasaba las tardes persiguiendo a sus hermanos por los jardines Mercedes era a quien mas admiraban, siempre tan buena y tan perfecta, su dulce sonrisa que robaba corazones de todo el reino, era todo lo que sus hermanas mas pequeñas deseaban ser un día, tenia ademas el corazón mas bondadoso del reino, siempre pronta a obedecer los designios de su padre, aunque estos fueran contra su sentir, solo sonreía y callaba, "Dios dirá", pensaba, mientras seguia su camino.
Pero el tiempo paso, ella fue creciendo y dandose cuenta de que las cosas no eran tan perfectas como creia, que no vivian en un cuento de hadas, que su pueblo se moria de hambre mientras ellos desperdiciaban, trato de hablar con su padre, pero el ledijo que lo arreglaria todo, fua assi como comenzo a hacer obras de caridad y como lo conocio un dia...
Cierta noche sono que era una dulce doncella, una campesina cualquiera que ayudaba a sus padres a alimentar a los puercos, cuando una mañana de verano, paso por esos rumbos un príncipe, era rubio y fuerte, ella no recordaba haber visto a nadie tan hermoso en toda su vida, el la miro, le sonrió y se la llevo con el a su castillo para que fuera su reina, pero justo cuando llegaron algo horrible paso, el castillo estaba bajo ataque, se escuchaban las espadas, los gritos, las pisadas de caballos y en el aire se podía oler la pólvora y la sangre, su hermoso príncipe se despido, pero antes de partir le hizo jurar que no amaría a nadie mas, que esperaría por el aunque fuese una vida entera, ella se despido y lo vio partir mientras lloraba con desesperación, sus sollozos la despertaron y se dio cuenta de que habia estado soñando,se despereto y se vistio, esa era la noche, todo cambiaria y ella seria parte de todo. De repente se escucharon gritos, y un golpe muy fuerte en la puerta, Su madre entro al cuarto traia a todos sus hermanos colgando de sus faldas, y al más pequeño en brazos, se veía preocupada, les dijo.

-Rápido síganme...
Mercedes estaba confundida, amaba a ese caballero Marcos, pero su padre se oponía a dar en matrimonio al hijo del alborotador, aquel hombre que después fue torturado brutalmente en la plaza a la vista de todos para que a nadie mas se le volviera a ocurrir que podía atacar a la corona...

Su madre siguio su camino, se encontro con su esposo en la escalera las nanas llevaban a los niños mas pequeños y los grandes seguían a sus padres en silencio, de repente escucharon es voz, una voz fuerte y ronca animando al pueblo, haciéndolos enfurecer, recordándoles como los reyes habían tratado al pueblo, esa era la voz de Marco, gritándole al pueblo que no se dejaran vencer, que juntos pondrían orden y justicia en el reino una vez mas, el pretendiente de Mercedes hablaba como loco, con una potencia y una pasión en su voz que no habían escuchado antes, al alcanzar la ventana su padre se quedo petrificado, rojo de ira, de humillación, lo único que pensó fue que los aplastaría como cucarachas,erguido y orgulloso como siempre, llamo a gritos a sus guardias, después se dirigió a su esposa y le dijo.

-Escóndete y protege a los niños.

La mirada de su madre se lleno de terror al comprobar que su esposo se quedaría al frente a defender su castillo y su posición, trato de convencerlo, trato de decirle que si no huían en ese momento morirían, pero lo único que se atrevió a decir fue "¿Que piensas hacer?", entonces su marido la miro y le grito que no iba dejar que un vago destruyera su reino,Su padre se dio la vuelta y se alejo junto al general mientras este le informaba la situación, su madre se quedo ahí unos minutos, parecía querer llorar, parecía haber perdido la fe de repente, levanto la mirada y observo a sus hijos, ya sospechaba de la huida de Mercedes pero aun tenia una vaga esperanza de que hubiera recapacitado

Respiro hondo, se levanto con la cabeza en alto, abrazo a su hijo mas pequeño y siguió su camino, todos la siguieron hasta sus habitaciones,para calmarlos les canto una canción, les contó cuentos, y ordeno que les sirvieran leche tibia, mientras a su alrededor los ruidos se hacían cada vez mas fuertes, los gritos se escuchaban mas cercanos, y ese olor a pólvora se iba colando en la habitación, la puerta se abrió de repente, el gran Fernando I con su hija arrastras por los cabellos entraron en la habitación, Fernando la lanzo a los pies de su madre y le dijo que habia tratado de huir con Marcos, que merecia ser colagada por traicion Mercedes se puso de pie y lo miro a los ojos con furia, y le dijo que ella no habia echo nada malo, que solo buscaba la justicia y el bienestar de su pueblo, su padre grito con los ojos rojos de ira, se acerco a ella y le dio una bofetada que la tumbo al suelo, su madre corrió a ayudarla, la abrazo tratando de protegerla de la ira de ese hombre que había perdido la razón.

-¡Yo fui escogido por Dios, para ser su ministro en este mundo, yo puedo hacer lo que se me da la gana y nadie va a venir a decirme que esta mal!
-Entonces, padre, por ti y solo por ti, seremos asesinados esta noche.
-¡Estas diciendo tonterías, a mi, nadie puede tocarme!
-¡Por años, lleva años matando a esa gente de hambre, aterrorizándolos, quitándoles su orgullo, su dignidad!

Un grito fuera de la habitación los regreso a la realidad, los pasos firmes de varios hombres acercándose a la habitación, Mercedes abrazo a sus hermanos pequeños, pensó que podría protegerlos, que Marco cumpliría su palabra y no tocaría a su familia, que los dejaría partir, la puerta se abrió violentamente, el tiempo se detuvo un momento, Marco, junto a varios hombres armados entraron a la habitación, Mercedes lo miro, segura de el, de que finalmente traería la paz y la justicia a este reino, el se acerco a ella, le acaricio la mejilla, se dio la vuelta y les ordeno a sus soldados.

-Llévenselos a todos. Dejen que la gente los cuelgue.

Grito Mercedes, corrió a el, se echo a sus pies mientras le suplicaba entre lagrimas, "¡No, por favor, lo prometiste mi señor, lo prometiste!" el la hizo a un lado y siguió su camino, Mercedes estaba destrozada, su madre quiso abrazarla, quiso decirle que todo estaría bien, mientras estuvieran juntos, pero un soldado llego y se la llevo arrastras, toda la familia fue tomada prisionera, las sacaron del palacio entre gritos, escupidas y una lluvia tupida, la gente se desesperaba, trataba de tocarlos, de golpearlos, Mercedes comenzó a sentir miedo, miro tras de ella, esperando ver alguna cara que le diera animo, un poco de paz, de esperanza, pero se encontró solo con su bello castillo, su hogar, envuelto en llamas, en medio de las ruinas, en ese frió amanecer, sus hermanos menores lloraban asustados, sus hermanos mayores se tragaban las lagrimas, y el miedo iba metiéndoseles en el alma, Mercedes era torpe, se tropezaba a cada paso, lloraba sin control mientras el guardia que la sujetaba la arrastraba sin compasión, fue entonces que su voz retumbo por el valle."¡Deténgase!" Era la voz de Marco, que se abrió paso de entre la gente, montaba un caballo negro, se bajo de el y camino hasta Mercedes mientras gritaba "Suéltala, ¡Suéltala animal!" El guardia dejo caer a Mercedes, ella no levanto la mirada, no quería verlo, no podía soportar tenerlo ahí, junto a ella, después de que la traiciono, Marcos se hincó a su lado, saco su pañuelo y le limpio la cara, se acerco a su oído y le dijo."Por siempre, te amare..." Mercedes trato de aguantar las lagrimas, sabia perfectamente lo que venia, lo conocia mejor que nadie, tanto que casi podia jurar que moriria esa mañana junto a su familia, no podia haber sobrevivientes que pudieran reclamar la corona algun dia, era el precio que ambos tenian que pagar por la libertad y la justicia del pueblo, Mercedes le sonrio, se levanto y siguio su camino sabiendo que esto era lo mejor...Con la frente en alto, camino de la mano de Marcos hasta el cadalso.