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Soy una principiante en busca de mejorar. Este es uno de mis cuentos. Estoy segura que tengo algunas faltas de concordancia y ortografía. Espero que me las hagan notar para que pueda mejorar.
“Por otros ojos”
El sol se filtraba por las presionas. Le daba directo en la cara. Era difícil concentrase en el parlotear del profesor. Las palabras de su mentor se perdían y se confundían con lo demás.
Era un día caliente de principios de verano. La lección no era interesante y aunque lo hubiera sido el profesor la hacía aburrida.
Como todos sus compañeros caía en un sueño pesado donde sólo la campana o su nombre le harían salir. Entre abrió sus ojos. Al profesor no parecía impórtale si uno de sus alumnos le ponía o no atención. Algunos garabateaban en sus cuadernos. Otros se habían perdido ya en el sueño y utilizaban sus brazos como almohadas.
Ella se sentó de nuevo correctamente. Frente a ella su mejor amiga dormitaba con los rayos del sol en la cara. Poco a poco el sueño regreso y le hizo entrar en ese extraño estado de conciencia donde la realidad y la fantasía se combinan. Donde la mayor parte de las historias fantásticas encontraron una mente que las albergará.
Suavemente subió la persiana y dejo entrar el sol. Sólo a su lugar para no molestar a nadie. Miró el jardín. Había muchos árboles que se veían confortables para dormitar. En vez de esa banca. Aya afuera soplaba el viento. No estaría ahogándose como en esa aula. Miró a los árboles moverse. Se imaginaba allá afuera. Tal vez conocería a alguien. Alguna persona interesante. Distinta, inigualable. Utilizó sus brazos como cojín. Sus parpados le pesaban.
Las palabras se habían convertido ya en un murmullo lejano. Se veía a ella misma sentada, el viento movía su cabello. Cerró sus ojos.
Poco después los volvió a abrir. Después de unos segundos se dio cuenta que ya no estaba en su clase. Ya no estaba sentada en esa incomoda banca dentro de esa sofocante atmósfera. El viento le daba en la cara. El sol se filtraba entre las ramas del gran árbol bajo del que dormía. Miró a su alrededor. Olía a pasto húmedo.
Unos pasos le hicieron voltear y encontrarse con alguien. Lo miró sorprendido. Era… no podía ser. Debía estar durmiendo. Allí frente a ella había un unicornio. Blanco y brillante. El animal relinchó y alzó su cabeza. El cuerno, que lo distinguía de un caballo cualquiera, brillo aun más. Ella sólo lo miró. Era un sueño y si lo era ¿de que preocuparse? Ella despertaría pronto en el aula de clases y volvería a su rutina ¿Por qué no disfrutar un momento de magia? Se paró y camino hacía el unicornio. Este sólo le miró. Estiro su brazo. Sin llegar a tocar el crin, sólo dejándola a unos centímetros. El unicornio movió su cabeza y por fin ella pudo tocarlo. Era como tocar a un caballo blanco. Era algo más suave. Le dio palmaditas en el cuello y luego pasó su mano más arriba hasta llegar a tocar el cuerno.
Fue una sensación extraña. Miró los ojos negros del unicornio. Dentro de ellos se vio a si misma y más aya un lugar extraño. Una pradera… un bosque… un océano… un lago… una cascada… todo al mismo tiempo. Sonrió. El animal le irradiaba una tranquilidad inexplicable. Sentía como su respiración y la del unicornio empezaban a sincronizarse.
Cerró sus ojos y su mano seguía tocando el cuerno. Intentaba imaginar ese lugar que había visto. Los volvió a abrir. El unicornio la miraba con mucha calma como si entendiera lo que pensaba. Lo que intentaba. Se quedaron mirando. Sintió como si una parte de si misma se combinará con esa hermosa bestia y viceversa.
Cerró sus ojos y los volvió a abrir. Era como ver todo desde otra perspectiva. Todo se veía más hermoso. Todo parecía conectado. Cada sonido parecía nuevo. Cada mirada un mundo. Era ver en un momento, en ese pequeño pedazo de mundo, un universo. Respiro y volteo a ver al unicornio. Lo que vio le sorprendió. Allí parada estaba ella. Todavía con los ojos cerrados una sonrisa extraña. Su cabello rubio le caía sobre los hombros. Se veía tan distinta a como ella se había visto en un espejo. Se vía más alta, extraña, tranquila, sin preocupaciones. En fin se veía distinta. Dedujo que así debían de verla los demás. O tal vez no. Tal vez esa era la forma en que el unicornio la miraba. Quiso gritar su nombre y ver que pasaba.
-Lian.- dijo suavemente.- Lian.- pero de su boca no salió sonido alguno. De todas formas sus ojos verdes la miraron y sonrió. Esa Lian alzó su mano y toco algo. Mientras que ella cerraba sus ojos. Al instante cuando los abrió se dio cuenta que era ella misma. Miró a su alrededor. La sensación había desaparecido.
Miró al unicornio y retiro suavemente su mano del cuerno. Miró los ojos del unicornio y se perdió en el maravilloso mundo que allí había. Durante un momento había visto otro mundo. Otro lugar en el mismo que existía. Un lugar dentro de ese mundo que era realmente mágico. El sol brillaba, pero no de igual forma. El viento ya no susurraba cosas que entendía, ahora sólo era viento. Y ella era ella de nuevo. Era de nuevo Lian. La misma Lian que conocía. Pasó su mano por el mentón del unicornio.
-Gracias por el momento de magia.- dijo suavemente. Se alegro de oír su voz. Luego el unicornio se alejo. Y ella volvió a sentarse bajo el árbol. Cerró sus ojos. Un momento. Un pequeño momento y cuando los abrió se descubrió de nuevo en el salón. Todavía sentada en la vieja silla. El maestro seguía hablando. La campana sonó. Los alumnos empezaron a desperezarse. La chica frente a ella se volteo bostezando.
-¿también dormiste bien?- pregunto.
-Si.
-¿Qué pasa?
-Intento grabar en mi memoria el sueño que tuve.
-¿Por qué? No creo que se pueda soñar algo interesante en esta clase. Pero como quieras…- su amiga se paró y fue a platicar con alguien más. Lian miró la ventana. Miró el manzano mecerse con el viento. Recordó al unicornio. Dentro de su cabeza lo vio correr. Sintió de nuevo que veía todo a través de los ojos del animal. La sensación se desvaneció al instante. Suspiró y miró el salón. Luego en su cabeza intento captar cada detalle de lo que había visto.
-Si tú supieras.- dijo refiriéndose al comentario de su amiga.- Si tú supieras…- Metió su cuaderno a su mochila y se paró. Miró por última vez el manzano y sonrió.
-Si supieras lo que es ver la vida por otros ojos sólo por un momento… entonces ya no opinarías lo mismo. Entonces también tú tendrías tu momento de magia.
* ^-^ Syringen^-^ *
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Texto agregado el 18-02-2004, y leído por 260
visitantes. (1 voto)
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Lectores Opinan |
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21-02-2004 |
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hey.. muy bien!! parece que lo mejor que pude hacer fue aconcejarte que entres a esta comunidad... att Vìctor Moncayo
JediKnight |
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18-02-2004 |
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Saludos Syringen, primero deja felicitarte por la frescura de tus letras, me imagino que has ido hilvanando frases tal cual han salido de tus sueños. te recomiendo hagas un buen repaso de tu cuento, hay muchas palabras escritas erroneamente, quizas por la premura por enviarlas, vale la pena que las corrijas. te dejara un texto mas ligero. saludos y bienvenida al mundo de los sueños. yajalon |
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18-02-2004 |
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es bonito ver la vida por otros ojos, cuando se ve algo tan bello. un cuento precioso. yoria |
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