“La vida da muchas vueltas, te asalta un día en una esquina, te deja sin nada, te separa de tus seres queridos, te aleja de tus metas y quedas ahí, en el vació”, así comienza sus historias cada vez que limpia la barra al sentarse esos clientes con la cara desfigurada por los problemas que los agobian, unos dicen, que el perro del mal lanza esas palabras tratando de pescar nuevos alcohólicos a su barra, pero con los que dialoga, nunca regresan, dicen que se suicidan, otros dicen que se enloquecen, otros simplemente cree que no les gusto y mandan a el perro del mal a comer mierda, pero en definitiva esa es la vida de este canino que asecha a sus presas allá atrás de esa barra que es su muro, en contra de los males de hombres sin sueños, porque créame, esas personas lo contagian con esa tristeza y es difícil luego quitarse ese mal. Alguna ocasión alguien nos contó una historia, que el era un hombre brillante, que tenia un futuro contado con las mejores expectativas, no le hacia falta nada, pero la realidad era otra, el vivía obsesionado, era algo que no sabia que tenia, pero lo quemaba por dentro, como queriendo romper su destino, como tratando de vivir por encima de ese destino tan maravilloso que tenia, el su vida no era esa, la que anhelaba tenia aventura, deseo, rompiendo con todo lo que lo ataba, dejo todo atrás un día, y salio a conocer, primero esa ciudad que no tiene historias que alguien quiera contar, hasta que encuentra a su victima para hacerlas vivir en carne propia.