“A veces el dolor de la espera se agudiza mas y es que no se si será para siempre…”

¿Sabes? la tristeza aquí adentro germino y ahora crece rápido y verde como un árbol queriendo alcanzar el cielo y abrazar a las nubes con las ramas, me aferre a la tierra con raíces nuevas.

Una madrugada de julio mi soledad escapo se convirtió en roció y desde las ramas se evaporo.
Era de tarde cuando una lluvia fina me la regreso gota a gota “no te asustes no me iré, solo quería estar sola, un momento”

Cae la noche y la luz azul que desprende la luna juega entre el follaje, nacen sombras y se cuentan secretos que nunca entiendo, esos misterios que guardan las estrellas, esa costumbre que es mi vida.

A veces cuando el viento llega, sopla para que mis ramas evoquen sus gritos, l as nubes llegan a bajar y el caos y la confusión se convierten en destrucción
Dios llega a bajar y el diablo trasformado en huracán siempre escapa disolviéndose en el mar.

Llegara el otoño y las imágenes de otros tiempos vuelvan a aparecer, voy a querer contar de nuevo esa historia que me trajo hasta aquí, pero no habrá hojas donde escribir, estaré desnudo y por más que mi alma se esconda; se podrá ver.
Cuando llora no habla, y hoy ya no recuerdo como era su tono de voz…


Cuando me rodea la oscuridad sueño con una calle larga y solitaria recién mojada por la lluvia, hace frió, y hay delfines pendiendo de los faroles enredados en telarañas gigantes

Los sueños aquí adentro siguen intactos no ha cambiado nada…
¿Viste? Nunca me morí, solo me petrifique
Pude descubrir que los árboles, como los fantasmas también sueñan…