Febrero 12.
8:50 a.m. Vi a una muchacha con un corazón de plástico en plena calle. Al verla pensé: el amor a veces se puede tocar y ver: es rojo y brilla. Ella lo tenía latiéndole en las manos. Estaba sola. Yo me alejé, tuve miedo de que estallara.
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9:17 a.m. Un hombre que conducía una ambulancia médica hizo una parada y se bajó. Hizo gestos con los brazos, golpeándose el pecho como un primate. Hizo muecas y ladeó la cabeza con insistencia. Cogió una franela y limpió el letrero de EMERGENCIA. Se recompuso y subió de nuevo al carro con un salto y aceleró. Sólo había sido un descanso para tantas horas lidiando con muertos y heridos.
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5:43 p.m.
Dos hombres con prisa coincidieron en la vereda. Se saludaron con un abrazo. Y siguieron corriendo en direcciones opuestas.
Texto agregado el 18-02-2007, y leído por 242
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