Apártate de mi luna que hoy florece entre las hadas, reposando entre la bruma como estrellas solitarias. No hay perdón a quien las mire ni deceso a quien las llama, solo hay sol para el que esquive lo complejo de sus alas.


Abren pétalos de otoño que retozan sobre el agua, esparciendo del rocío el olor de su fragancia. No te escondas del arroyo que te busca entre las ramas, solo pídele al silencio que libere remembranzas.


Chantajea al desconcierto y suplícale al motivo, que descuiden a tus miedos… que se pierdan al vacío. Busca el cielo entre tus manos y demuéstrale a las mías, que el destino no está en vano ni que juega a la utopía.