Es un sábado como pocos, recostado miro el viento que recorre tu piel y mi almohada, es verdad estas aquí, pero no estas, ¿cuando comencé a mentirme?, me abrazas pero no te siento, te deseo pero no te quiero esa es la verdad, te imagino como otra persona, que también la sueño pero mi soledad me encadena contigo, ¿cuando realmente te disfrute?, no lo recuerdo, la monotonía es una piedra en el zapato que me repudia y aun no la saco, me besas, me acaricias, en verdad te deseo pero es todo, te correspondo porque me gusta rasgar tu ropa, rompértela de un tirón recostarte, moverte, oirte gritar, contonear tu trasero me encanta, y con pasión de macho en feria de pueblo crezco hasta el infinito, pero duramos tan poco, ¿cuando nos convertimos en monopolio del otro?, es tan inquietante y tan tedioso el decirte que te vayas, que últimamente he optado por dejarte pasar la noche, pero hoy me siento diferente, esta completo el ritual, ahora podemos hablar con las palmas claras, y te veo triste y me siento como el más cerdo de los humanos, aunque es mejor, no trato de detallarte razones, las palabras nunca fueron útiles, la radio: ¿cuando fue la ultima vez que viste las estrellas?, eso es suficientemente grave
- no eres y no soy lo que buscamos del otro, aventuro a explicarte, y sin embargo me lloras porque me quieres dices, pero no entiendo de amor contigo, esta dado el primer paso, ódiame te lo ruego pero aléjate, no juguemos a llenar los vacíos que nos es justo para ambos, y mientras te vistes una lagrima rueda por mi rostro, doy vuelta y escondo el único tributo a nuestra paciencia,
- entiéndeme tu y yo no crecemos, digo con seriedad que da miedo, ¿cuando nos damos cuenta que nuestra rutina es mas grave que el cáncer?.
Te ayudo a organizar mis recuerdos y a empacar los tuyos, y tratas de besarme para que por un momento recuerde de que esta hecho el hombre y para que la mujer, tus labios surgen efecto como un delicioso veneno que me obliga a sacarte las ropas, a desordenar tu cabello y a erizar mis sentidos, mis manos vuelan en tu cielo pero no, no será de esta forma, nos imbuimos en el mismo aliento y nos deseamos, pero basta,
- basta me digo y me levanto, ¿cuando deje de soñar en que podía amar y busque refugio en un par de piernas?, ¿cuando es el momento apropiado y la ocasión lo amerita?, lloras pero no alcanzas mis sentidos, recojes tus maletas repletas de sueños a mi lado
- lo siento, pero no eran de ambos, te vas, y te alejas, un poco de luz resplandece en el horizonte, lo lamento y quiero correr detrás de ti, y otra lágrima ahoga a aquel extraño, estarás bien, lo imagino, ¿cuanto tardamos en decir las verdades?, no eres culpable, es esta maldita soledad que me amordaza y me dejo, en verdad creo que no eras la indicada, por allí debe caminar y sueño despierto que seguramente si estoy solo, será más fácil el encuentro, paciencia mijo paciencia . . . ¿cuando sabré que serás quien busco . . .?
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