Amo a una mujer rusa
amo su mutismo estepario y el temblor de sus labios
violetas vivas en el frío
Amo a una espía eslava con la mirada esquiva
en busca de la tundra
y la nieve
Son cómplices amores que huyen como blancas liebres
en el helado erial
Y si la encuentro en el bosque
nada le digo
es espía y puede traicionar mi amor
Le susurro:
“No mires alrededor ni hables con la palabra.
Dime tu amor en pinturas
estampadas
Sobre húmedos lienzos”
Y en íntimo recogimiento
imagino su voz en el fondo de un templo
de torres almenadas y rojas cúpulas entristecidas
*
Callaré para no traicionarte
ni traicionarme
en la plaza de San Petersburgo
de un verano bullicioso de palomas y gorriones
Y pasará la gente a nuestro lado
cada uno con su secreto
y guardaremos silencio
para celebrar el color de las piedras
disipadas en el aire de oro y gris
Me espiarás entonces y seré tu rehén
y quedarás después en el invierno
aherrojada en la estepa
por revelarme tus enigmas.
Texto agregado el 17-02-2007, y leído por 214
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Lectores Opinan
28-08-2008
Con pistolas makarov, esposas y lupa. Que bonito estar en dos culturas y convivir en esa mezcla de ideologias tan opuestas, pero el amor y un buen cuerpo hace las cosas funcionar de esa manera... no te parece? suzette
08-05-2008
Un aroma sutil llevan estos versos. Mis***** lilianazwe
21-02-2007
Una belleza de poema. Te lo dije en privado y te lo repito aquí, es excelso ***** neus_de_juan
17-02-2007
Un amor peligroso y sin embargo una fría, con cadencia y muy buena poesía.. churruka
17-02-2007
maravilloso cuento dentro de una poesia. espero segundas partes con ansias solemio