Otro muerto… incontables cuerpos caen y no puedo hacer más que ver impotentemente. El mar llega a la playa y lava la sangre que empieza a secarse en la arena. El vino que llevo en mi copa es espeso… delicioso pero espeso. Siento esa típica necesidad de alabanza… eso que se siente cuando las ganas de alabar al rey elegido exceden las de respirar o vivir. Todos lo sentimos alguna vez. Y te veo… entre tantos cuerpos, con tu figura de amazona perlada por el sudor y opacada por la sangre. Tú risa impasible… ¿Cómo puedes reírte así?... Ahora estás delante de mí, tus ojos me llenan, me transportan, me inmovilizan. Siento que algo me llama, como si me estuvieran intentando alejar de ti… no quiero. Me aferro a tus ojos, son mi ancla y mi muerte. Veo tu espada dirigida hacia mí. Sueltas un fuerte golpe directo a mi rostro. Me miras con tus hermosos ojos vacíos de toda compasión y el dolor se hace insoportable. Ahora veo que tenían razón después de todo; ahí está la luz; blanca, fuerte e hiriente. Mis ojos arden y no siento nada más. Pero la luz no se acerca, solo me envuelve y siento que caigo. Horas después de caer abro los ojos y encuentro estas paredes de siempre y la luz de la ventana que me trae a la realidad como con un golpe.

***

Bueno, otro día más. Entro al baño como todas las mañanas y me miro al espejo como todas las mañanas. Pero no soy el de todas las mañanas. Mejor dicho, yo si soy el de siempre, pero no quien me devuelve la mirada desde el espejo. Veo un yo demacrado, con los ojos apagados. Su expresión es de tristeza, como si las razones de ser feliz no existieran, o peor aun, como si se las hubieran arrebatado.

PERO EL DEL ESPEJO SÍ SOY YO. CON SOLO VERLO CAIGO EN CUENTA QUE SON MIS RAZONES LAS QUE HAN ARRANCADO. ¡MALDITOS!... NO LOS VOY A PERDONAR.

Momento; ¿en qué demonios estoy pensando? ¿A quién no voy a perdonar? Me siento bastante idiota al pensar esas cosas. Más bien me voy a la universidad, aunque definitivamente que algo cambió.

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Todo se ve distinto. Veo los mismos lugares que transito todos los días, pero no son iguales. Cada edificio está en su lugar, cada casa, incluso los vendedores ambulantes, y todo se ve intacto, pero hay un trasfondo escondido; algo no está bien. El mundo cambia frente a mis ojos y no tengo idea que está sucediendo. ¿Tendré esto algo que ver con lo que pasó en mi casa? Todo lo que veo me recuerda algo que no recuerdo. Se que suena extraño, pero es como si tuviera múltiples déjà vu todo el tiempo. Todo lo he visto antes pero no como lo veo al pasar a diario, lo he visto en otra situación, en otro momento o incluso en otra realidad. Por ejemplo esa niña de unos 17 años; tiene su uniforme de colegio y va acompañada de un hombre mayor. Puede que sea una niña consentida, a la que nunca le falta nada, pero esa niña no es así en donde yo la conozco.

YO VI COMO ESA NIÑA AFRONTÓ LA MUERTE DE SUS PADRES. LE TOCÓ SALIR ADELANTE POR SU CUENTA Y AHORA LE HACE FRENTE A LA VIDA DURA QUE LE HA TOCADO. DEBO AYUDARLA. ME BAJO DE MI VEHÍCULO Y ME DIRIJO HACIA ELLA. LA LLAMO POR SU NOMBRE Y VOLTEA A MIRARME. SUS OJOS TIENEN UNA EXPRESIÓN IMPLORANTE. SÉ LO QUE DEBO HACER. LA SUJETO DE LA MANO CON FUERZA Y LA LLEVO HACIA MI CARRO. EL HOMBRE INTENTA DETENERME PERO DE UN EMPUJÓN LO ALEJO Y NOS MONTAMOS AL CARRO SIN MÁS DEMORA. ELLA SONRÍE.

Otra vez me pasó. ¿Qué me está pasando? Sé que lo que hice estuvo bien, por alguna razón lo sé; pero no había razón alguna para hacerlo. Es como si una sensación me embargara. Hay mucha gente que toma decisiones basándose en su intuición antes que en las distintas razones reales que pueda haber, pero esto va mucho más allá. Estoy haciendo cosas sin pensarlo, como si quien las hiciera fuera alguien más; pero con solo ver los ojos de la niña que tengo a mi lado lo entiendo todo. Estas decisiones que cualquiera consideraría carentes de sentido las hago porque así debe ser.

No me ha querido decir su nombre y su rostro cada vez se me hace más familiar. La verdad me siento bastante cómodo a su lado. En pocas horas he sentido más cosas que lo que he sentido en meses y aun falta. Con ella a mi lado cualquier cosa es posible, no hay duda de eso.

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Nos decidimos a caminar un poco y nos cruzamos con un anciano. Debemos simpatizarle porque nos está hablando. “Yo pude tenerlo todo. La mujer de mi vida, la estabilidad necesaria, libertad. Todo. Nunca subestimen la importancia de no saber algo. Muchas veces no saber es la respuesta. Yo no lo sabía y por eso me empeñé en buscar respuestas; las hallé demasiado pronto y no las pude soportar. Ahora mi vida se alarga más de lo que debía. Se alarga como un cuento de hadas en el cual los protagonistas se han divorciado y envejecen solos, rodeados por sus pretensiones. Tal vez pronto deje de alargarse…” Se fue. Tiene razón, por ahora esperaré esas respuestas con paciencia. Voy a seguir haciendo lo que tenga que hacer, es mi responsabilidad.

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Siento que algo se acerca. La niña se ha ido y veo como las distintas cosas que he hecho en el día, si bien han sido necesarias, han tenido consecuencias. Finalmente el hombre que estaba con la niña viene seguido por los otros que se vieron afectados por lo que tenía que hacer. Son seis en total y yo estoy solo.

COMO TANTAS VECES HA PASADO EN LA HISTORIA EL HEROE ES ATACADO DE MANERA COBARDE. SIN DARME OPORTUNIDAD DE DEFENDERME EMPIEZAN A GOLPEAR SIN DAR TREGUA. ¡MALDITOS! ME CUBRO LO MEJOR QUE PUEDO PERO SON DEMASIADOS Y ASÍ COMO ULTIMAMENTE HE SABIDO QUE HACER EN ESTE MOMENTO SE QUE NO DEBO HACER NADA.

Los golpes continúan… mis fuerzas menguan… todo se hace oscuro…

***

Otro muerto… incontables cuerpos caen y no puedo hacer más que ver impotentemente. Tú sigues imbatible y lo comprendo todo. Siempre fuiste tú, la amazona de mi sueño, la niña de mi vigilia. Te ríes de los muertos así como ellos se reían al destrozarme sin piedad. Llegas a salvarme y yo no quiero volverte a dejar. Me dices cosas increíblemente hermosas; palabras que me reconfortan y que contienen la verdad. De esas palabras que se me olvidarán en unos instantes. Veo tu espada dirigida hacia mí. Decides dejarme ir como último acto magnánimo de tu reinado sobre mis sueños. Pero no quiero. Intento razonar contigo, pero es inútil, cada palabra que digo es cortada en el aire por tu espada y sé que el siguiente soy yo. Otra vez esa luz; blanca, fuerte e hiriente. Vuelvo a caer.

***

Abro los ojos y mi cuerpo entero se queja de dolor. Lo primer que veo es el rostro de la niña, sus ojos y las respuestas que hay en ellos. Sé que no estoy en mi cuarto. Si de algo estoy seguro en este momento es de eso. Estoy en un cuarto de hospital. Ahora me cuenta lo sucedido, o por lo menos su versión de lo sucedido. Me habla de cómo su antiguo novio llegó a golpearme por haberla encontrado esta mañana cuando él la estaba molestando. Aun le sorprende la increíble coincidencia de que la haya visto en ese momento y en ese lugar específico. Es una linda versión de los hechos, es su versión de los hechos.
No le voy a decir lo que realmente sucedió. No creo que sea necesario preocuparla. Pero yo se lo que realmente sucedió. Por ahora dejaré de pensar al respecto, si me detengo ahora puede que aun la historia no se haya alargado lo suficiente para que sea posible vivir felices para siempre.