Todo encuentro largamente prorrogado se inicia con un largo silencio
P.I.T. II
EL FINAL
(UN PROLONGADO PRINCIPIO)
-¿entonces que es lo que me ocurrió?-intento repetir una ves más durante el desayuno, él la observaba sentado a los pies de la cama, pero una palabra no pueden reproducir sus labios, quizá por timidez o no recordaba como, o en su interior realmente no quería hacerlo; decidió callarlo y seguir digiriendo el apetitoso desayuno que un amable desconocido le lleva a la cama
solo una modesta muda de ropa dejó al salir el joven que intrigaba a esa alma desconcertada, se vistió y se dirigió a la puerta, la perilla entre sus dedos le hizo saber a su intuición que su vida solo estaba empezando (empezando su carrera hacia el final), una casa poco suntuosa fue lo que hallo del otro lado de la puerta , recorrió habitaciones, sala, comedor, cocina, jardín, en busca de aquel hombre , la ultima puerta –empezaba a creer que todo esto era una broma largamente planeada y bien estructurada de la poca razón que hasta ese momento conocía- al abrirla se encuentra con unas escaleras que descienden a un húmedo sótano infestado de un penetrante olor a café, él lo bebe mientras aporrea enérgicamente una sonora rémington bastante vieja
-¿Qué es lo que ocurre conmigo?- las palabras abandonaron su boca más como sollozo que como el reproche que pretendía
-no lo entenderías, es absurdo- cada palabra extendía la eternidad de una manera inconcebible- existen momentos en que la vida crea un pacto misterioso con el destino en que uno no tiene el control de si mismos
ella lo escuchaba mientras acariciaba con sus delicados dedos esa cicatriz por donde hace algunos meses una bala atravesó, aunque ella no lo recuerde pero eso es lo único que puede asegurar le pertenece
-¿perdí el control de mi ...
el silencio inundo ese sótano e incluso tubo el tiempo suficiente para penetrar en la medula de los huesos de ambos
-...y es por eso que no recuerdo nada?
El silencio que los atravesaba parecía una cuchillada que los hacia sufrir, él detuvo su escritura y ella comenzó a llorar (lloraba sin timidez, únicamente dejaba rodar sus lagrimas sin enjugarlas), él pregunta tímido de sus actos
-¿no lo recuerdas?
-nada- se dejo caer en su regazo llorando inconsolablemente
el la abrasa , le acaricia el cabello le explica:”sufriste un accidente, te e ayudado a sanar...
...la verdad es que no se nada de ti”
-y que ganas tu de esto
-tu compañía y conocerte
-justo lo que ambos necesitamos, por donde empezar- limpia sus lagrimas, toma sus manos, lo levanta, lo abrasa y le susurra al oído
-soy la hija prodiga de una novela policíaca
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