Estaba el Chilo acostado
con su gorro y su cuaderno
volteaba los ojos a un lado
moviendo su lápiz con esmero.

Trataba de escribir un poema
y nada le venía a la mente
tenía en su cerebro un dilema
pero lo disimulaba sonriente.

borrones tras borrones
iban las ideas brotando
no le contentaban sus renglones
pues lo mejor lo estaba guardando.

¿Qué escribía? me preguntaba
la curiosidad se apoderaba de mí
el lápiz en al cuaderno se recreaba
¿acaso escribía sobre mí?.

No me digas apura
me respondió molesto
que mi alma se sulfura
y mi mente no da un verso.