Siento el amanecer,
marchito, iluminado,
sumido en profundo
estado de letargo y actividad,
allí la cordura y la demencia cobran su actuar

No sufriré, no lloraré
no brillaré, ni cantaré
sólo dos formas,
sólo dos alas
una blanca la otra negra
dos almas, dos conflictos
que de unirse en mi camino
se fusionarán en un ser perfecto
que harán senda a su caminar

Brilla en mí, Yahvé,
y refugiadme, oh Seol,
necesito de vuestro alimento
para seguir firme en mi camino
y enchapar mis alas de
Luz y Oscuridad
hasta el fin de los días
de la humanidad...