Esa tarde de lunes de cielo gris, la niña con su madre, tomadas de la mano, se subían a la segunda micro del día con rumbo desconocido para la pequeña. Durante el largo trayecto, Nora (la niña) se dio cuenta que el paseo no era alegre ya que sentía la tristeza que embargaba a la madre.
Al llegar al paradero, tomaron el bolso y siguieron el camino sin asfaltar y poco transitado.Divisaron a lo lejos una luz de un farol que iluminaba la desteñidas letras que decían "internado de Niñas".
Nora se apresuro a entrar al ver en el patio diferentes juegos, mientras su madre entro a la oficina de la directora y después se fue sin despedirse para que no llorara.Cuando esta se dio cuenta de la ausencia corrió hacia la entrada que tenia un gran candado que la encerraba en un mundo de hábitos negros, reglas, castigos ejemplares, secretos y mitos que tuvo que aprender con el tiempo.
Uno de los castigos recurrentes era encerrarla en el sótano lleno de roedores que se paseaban por su entorno, mientras la maestra se ocultaba detrás una puerta para escuchar gritos y debilidades para opacar el carácter y desobediencia.Pero la niña nunca grito y se sentaba arriba de los escritorios deteriorados contemplando el movimiento de los roedores y todo eso la hacia mas fuerte.
Ella cada día se encaramaba en los árboles que daban la visión hacia el paradero, para ver entremedio del polvo el caminar lento de su distinguida madre.
Los días fueron largos pero nunca perdió la esperanza de volver a verla.
En unas salidas del recinto, la madre la baño y vio sus piernas moreteadas, se dio cuenta de los castigos que la niña nunca mencionó por que le habían instruido en la cabeza que ella tenia que ser responsable de sus actos asumió que no podía comunicarle ningún dolor a la madre.
Enojada la progenitora por los castigos que la menor había recibido, decidió retirarla del recinto que le había costado tantos sacrificios pensando que tendría una buena educación.
Juntas levantaron el bolso, se tomaron de la mano y recorrieron el camino polvoriento hasta el paradero un rumbo ya conocido, (Michelle).