hecho para romperse.
el viento no lloraba, sangraba.
esperando el autobús de medianoche, el secuestro de su aliento respiró en la constelación. incorrectamente vendió su paraguas incorrecto.

su cerebro sierra electrizó el murmuro de su hada caliente. despertando el aroma de los hombres mudos, quebró su muñeca de porcelana embarazada. drenando su belleza y vómito a sus alas.
la una vez se rompió.
eso es. véndete.
soltando su corazón, asesinó el veneno del pulpo cesárea. movió sus latidos de elefante a la morgue de su reflejo.

girando su silencio en el ocaso medusa, su venus...
la acuarela de sus erecciones punzocortantes, descendía por el callejón..

perfumada en la huella digital, bajo la lluvia, no perdonó a la estrella fugaz. sin cara, ocultó sus lágrimas de la noche. penetrada por las agujas del elevador, tomó una mano extranjera y suspendió el segundo todavía moribundo...
el nombre sin religión le preguntó sobre su ataque cardiaco.
-No me lleves arriba.
-¿Disculpa?-
-No me lleves arriba.
jugaron en la tierra, despidiendo las cenizas en el aire...

las letras japonesas en el cielo peregrinaron con veladoras en los ojos. tendiendo los pétalos fúnebres en los pasos destino.
convirtiéndose en vaho, escuchó a una pequeña niña. Mordió sus orejas y enamoró su anillo domesticado.
Entraron las bandas de guerra.
es tiempo de romper. suficiente saliva contaminada en la célula insuficiente.
arrullando el aullido que se comió a si mismo..
destruye mis sentimientos.

cayó en las almohadas espinadas. mutilada quirúrgicamente, petrificó su boca en gárgola. llevada a casa en un ataúd.. escuchó la música del desfile.
escoltando el ángel más incoloro.

..depositaron su soplido en el cementerio cuando vieron las luces delanteras del autobús.. doce y uno, dormidos en el pecho del pavimento.