Era un día soleado. La ciudad funcionaba como había funcionado desde muchos años, y la tarde se sucedía tranquila y lentamente. En el centro de la ciudad, había más sol que en los alrededores.
La alameda central tenía su concentración usual de gente, que iba y venia, todos con un lugar de donde venir o hacia donde ir y la avenida corría con los carros como estampida.

De entre tanta gente ellos 3 eran indistinguibles, pero si se fijaba bien, se notaria aquellas 3 formas inmóviles…
Los 3 eran amigos desde el kinder, y se conocían como hermanos, se querían igual. Aunque ahora los tres, los 2 hombres y la mujer, que ya tenían 20 años cada uno, estaban inmóviles, sin palabras, inquietos, sentados en la banqueta con sus ojos como perdidos en el mar de automóviles que pasaban ante ellos. Aun cuando siempre tenían algo de que hablar, en este momento solo estaban sentados uno junto a otro. La mujer en medio y un hombre a cada lado
Se preguntaban si era alguna clase de broma la carta que habían recibido en la puerta de sus casas, de estar en la alameda a las 3 de la tarde.
Desde lejos no se les notaba, pero los 3 estaban temblando.

15 minutos mas tarde, un hombre misterioso, de gabardina y sombrero obscuros, sin la cara visible, se acercó a ellos, y se hizo omnipresente, lentamente los 3 voltearon y se levantaron,
-Es hora- dijo el hombre misterioso.
Durante un rato los 3 se quedaron como estatuas, y se miraron entre si.
-¿Hora de que?- respondió la mujer
-De morir-
No sabían porque este hombre les decía esto, pero parecía que lo decía en serio….

-Si vienen conmigo se los explicaré- dijo el hombre con un tono oscuro y tortuoso, como si los odiara.
Los 3 jóvenes no estaban seguros de ir con un hombre que les dijo que iban a morir, pero no fue por voluntad propia que acompañaron a tal hombre.
El hombre los llevó caminando al centro de la alameda, y se quedo sentado, en silencio, durante lo que pareció una eternidad para los 3 amigos y después comenzó a hablar:
-No soy un ángel ni un diablo, ni mucho menos, y existo desde hace siglos, pero no estoy vivo ni muerto; solo soy un tomador de vidas-
Los amigos sentían que cada segundo que pasaba les era mas difícil respirar, ¿era esto una mala broma?¿alguna clase de venganza?...
-¿Y porque nos quieres llevar a nosotros? No hemos hecho nada- replico uno de los jóvenes.
-Lo sé, pero mis ordenes son las de llevarme a ustedes 3, sin importar que hayan hecho en sus vidas, y sepan lo que se siente saber lo que te queda de vida, tampoco debo hacerles daño, y proveerles de una muerte sin dolor y tranquila…-

Ninguno de ellos quería morir, sentían que aun tenían mucho por vivir, ni siquiera habían acabado la universidad, no tenían porque morir.
Sentían que no eran ellos los que debían morir, ¿Por qué ellos de entre billones de personas en el resto del mundo?
-Solo deben saber esto, miles de personas mueren diariamente, y muchas mas se enteran cada día que les queda muy poco por vivir…………
¿Ahora que sienten sabiendo que van a morir? Creen que es una broma; se que su muerte no tiene sentido, pero tampoco los tienen mis ordenes ni mi existencia, soy como cualquier humano en el mundo…. Hago mi trabajo y espero ser bien compensado por ello, ustedes han hecho lo mismo durante todas sus vidas, no tiene sentido y lo siento mucho, pero es mi trabajo……
No les dolerá, lo prometo.--
Los jóvenes intentaron resistirse, pero no pudieron evitar el sueño que de repente les dio… el mundo alrededor giraba y la demás gente seguía con sus vidas normales, nunca se sintieron tan insignificantes, y ahora se estaban durmiendo, no podían evitar el sueño, no querían dormirse, la mujer lloró 2 lagrimas antes de caer dormida, y tras ella se durmió uno de los jóvenes, con una extraña cara de desesperación. El tercer hombre aun no se quedaba dormido, lo ultimo que vio no fue al hombre de la gabardina, sino a un joven de su misma edad, pero con las ropas maltratadas y sucias, y no se parecía al hombre de la gabardina, ya que este otro joven era de piel mas obscura y cara mas corta, con una mirada de odio….
Observó que con la mano derecha sostenía una pistola, la cual estaba humeando, al ver esto el joven se toco el estomago, estaba sangrando, el vándalo le había disparado, quien sabe en que momento, y sin embargo no sintió nada, tan solo tenia mucho, mucho sueño…….


Esa misma noche en el noticiero salió un reportaje que ocurrió sin pena ni gloria, pero se recuerda que el reportero dijo así:
“La tarde de hoy en la Alameda Central ocurrió un asalto a mano armada que cobró la vida de 2 hombres y una mujer, al ser interceptados por el miembro de una banda de criminales que ronda por la ciudad. Los jóvenes se negaron a darle sus pertenencias al criminal, quien le disparó a cada una de las victimas y se echo a correr, la muerte de los jóvenes fue prácticamente instantánea, la mujer recibió un disparo en el pecho, uno de los hombres lo recibió en la medula al agacharse a ayudar a la mujer, y el ultimo fue el único del que se oyeron palabras, pues el balazo en el estomago le causo una hemorragia que solo le dejo unos instantes de vida, la gente que corrió a su ayuda solo oyó las palabras –tengo……s...u….e….ñ…..o………-“