Oh mujer vinotinto, que pintas de colores el carácter y las costumbres de la mujer refinada y de los hombres de bien corrompes su impoluto instinto. Que de tantas huellas te ven añejada. Mas nadie nunca llegara a compartir tu figura impecable, Oh musa inquebrantable, que te bendijeron con esa tu figura ensortijada, de que manera tan calmada vemos tus actos pecaminosos aceptables.

Y es que no hay otra forma de decirlo, otra manera de materializar estas mis palabras sobre tu belleza, si basta con decir que los mismos dioses del Olimpo, veneran y envidian tu pureza o amada mía.

Pero fíjate mujer como la vida te deparo este destino infame, del cual si bien es cierto no eres culpable no podemos pasar por alto que mientras mi dios esta en el pan y el vino a ti te veneremos o mi diosa entre las rosas y el lino.

Pobre fémina infeliz que de esta vida no eres mas que una actriz. Se sabe que en esos tus ojos que así como tu pelo a cambiado tantas veces de color se nota la falta y la deficiencia de lo q nos alienta en esta vida; el amor

Mi dulce y angelical azucena que mas yo diera si no la vida para borrar esas tus lagrimas de rimel que reflejan tu odio y pena. No me importa los miles nombres que a tu persona le asignen perra, sucia, fácil, inclusive ramera.

Yo me apiado de ti y de tu divino ser. Ya que a pesar de parecer una escoria en la sociedad. Para mi, oh mi bella guerrera, también eres mujer