UNA DISCULPA A LOS LECTORES:
ESTE CUENTO ES UN INTENTO DE RESCATE DEL LENGUAJE COLOQUIAL DE LOS BARRIOS POPULARES DE MÉXICO Y EN PARTICULAR DE JALISCO, DEL QUE NO HAY GRAN REGISTRO EN LA LITERATURA; SI TIENEN ALGUNA DUDA SOBRE EL SIGNIFICADO DE ALGUNAS PALABRAS, A SUS ÓRDENES EN MI HUMILDE RINCÓN.


“Tan pelado el que lo dice
como el que lo entiende”
El Norteño

ACERTIJO ®


—La neta si me latería agarrar otras ondas…
— ¿Te cai?, no mames, si eres bien acá, pinchi mudo güei…
—Neta güei. A veces me trepo al alucín de que acá chido machín con mi ruca y unos tres morros, güei.
— ¿De güebos?
— Simondol; acá, jalando en otra madre güei…
— ¿Ya no te pasa la talacha o qué pedo güei?
— Nel, es una puta perriza diarina ese, se te va la onda güei, y ya numás llegas a tu cantón a dormir la mona, y al otro diablo iguanas-loco…no vale madre güei.
— Sss, la neta que ni por aquí, ese… como te fletas machín al jale güei…sss; ¿pero qué onda?, con esa pinchi placa pitera nadien te va dar jale güei, tas bien rayado…pareces baño público güei: ¡Já!, ya te viera bien linia, bien acá, vendiendo avon, puto…
— Cámara, pssst, ¡hey!...si hay otros bisnes más acá, ese…
— ¿De padrote?, no mames güei, tas refeo cabrón, luego yasta tienes roña en las orejas güei.
— Pinchi culero. Nel, yo digo ondas acá, de tatema, de seso…acá machín, fshhh…
—¡Já!, si te corrieron del Kinder porque ya se te notaba el pinchi bigote gúei…
—¡Pinchi patón, ese! Me cai que la neta contigo no se puede güei, tas bien baboso ese.
—Pero yo si sé leer y escribir, ira: aistá,¿quién se discutió con las letras?...¿aistá?, ira: “Yan Tera” ¿no puto?
—¡Pinchi patón volado, me cai!, ¡Tan rechuecas!
—Porque las hice en chinga y con una pinchi brocha toda madriada, pero orita pongo una placa chida pa que guaches acá-loco…
—Psss, yoviendo me mojo.
El Patón saca un aerosol de una caja de herramientas y se para frente al muro, agitando el envase.
— A ver, pon tu nombre —Lo reta el Mudo. En segundos, el Patón termina su obra.
— Aistá: “Paton riFa maCHin”, ¿quiobo?
—No, psss, lo que sea de cada quién, si te discutes güei.
— ¿Chido, no?
—La neta si —responde el Mudo, y se queda contemplando la leyenda: el acertijo. “Semeace quesaes la o”, piensa, y continúa cavilando, recargado en el destartalado sillón del Galaxi gris que compró hace más de un año y que no ha podido reparar.
—La neta, si me gustarían otras ondas más acá güei- dice en voz alta, pero el Patón ya no lo escucha, está del otro lado de la avenida aflojando birlos.
—¡Mudo gúei!, ¡pásate el gato más chingón ese!
El mudo parece escuchar, pero no escucha. Parece estar mirando, pero sus ojos divagan. “Acá, con mi ruca y unos tres morros…en otro jale…” piensa.